Un periódico entrevistó a más de 60 municipalidades del país y; la mayoría de ellas no pasó la prueba referente al manejo económico financiero de la institución y como si no fuera suficiente, el irrespeto a casi todas las leyes, como prestar a particulares la maquinaria del plantel, otorgar licencias sin respaldo, participar en varios “chorizos” y; como broche de oro la detención policial para más de un corrupto.
Un panorama desolador que avergüenza a todo el mundo y pone a pensar a los contribuyentes sobre el pago de los impuestos municipales. La bandera y el liderazgo del desastre, que se ha vuelto endémico de la capital de Costa Rica, San José, donde con solo darse una breve vuelta aparecerán los ríos repletos de basura y deshechos que tiran los precaristas que viven en chozas en las orillas a punto de derrumbarse, todo a vista y paciencia de un alcalde que durante más de dos décadas, lo único que hizo fue encender las luces de algún festival.
El Instituto Nacional de Vivienda y Urbanismo (I.N.V.U), depositario de todas las leyes y reglamentos urbanísticos de todas las ciudades de País, nunca ha obligado al Ejecutivo a iniciar, siquiera; una reforma urbana dando casas dignas a los abusivos y acabar de una vez con la basura que inunda los ríos y las calles de la Urbe.
Algunos opinan que el poder se debe descentralizar y otorgar más poder a las municipalidades, pero con la pésima gestión de éstas, sería un caos. Antes se debe fortalecer el régimen municipal y acabar de una vez por todas con las malas administraciones.
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