A propósito de la discusión del Presupuesto Nacional para 2018 presentado por el Poder Ejecutivo, el cual contiene serios recortes en materia de gasto social especialmente en lo que concierne a educación, quisiera referirme al funcionamiento del Fondo Nacional de Becas (FONABE) el cual fue creado en 1997 con el objetivo primordial de establecer un mecanismo de movilidad social, ofreciendo oportunidades de superación para estudiantes en pobreza y pobreza extrema.
Y me refiero al tema del funcionamiento porque en épocas de escasez presupuestaria como la presente, no puede obviarse que además existen serios problemas de ejecución como los señalados por la Contraloría General de la República en su último informe de auditoría y como también lo ha destacado la Defensoría de los Habitantes.
De acuerdo con información publicada en abril pasado, una buena parte de las denuncias recibidas el año anterior, fueron por la poca disponibilidad para tramitar una cita para los expedientes con solicitudes de becas nuevas. Pero además, también de acuerdo a información de prensa, trascendió información sobre funcionarios del MEP que se habrían beneficiado de ayudas del Fondo.
En cuanto a la Contraloría General de la República, su reciente informe de auditoría señala que persiste una débil gestión por parte del FONABE en materia de controles para evitar filtraciones de la población beneficiaria, en cuyo caso se determinó que se mantiene en el 18% de la población beneficiaria.
Adicionalmente, se determinaron procesos de gestión de beca inoportunos, ya que al menos el 56,35% de las solicitudes de nuevas becas del 2016 fueron aprobadas hasta el segundo semestre, es decir, posterior al periodo de vacaciones de medio año, cuando los beneficiarios y sus familias han tenido que hacer frente a la inversión que representa el ingreso al centro educativo, en cuyo caso se identificó que solamente un 2.6% se otorgaron durante el primer trimestre del año.
Además, se indica que los mecanismos de solicitud de citas definidos en la actualidad, limitan la posibilidad de aspirar a una beca, pues sólo el 49% de los Encargados de Beca encuestados logró obtener una cita en el 2016, y de éstos el 72,6% debió esperar entre 2 y 12 meses para obtenerla.
Por otra parte, se determinaron dificultades de coordinación del FONABE con los Comités gestores en cada Centro Educativo, pues más del 40% de los Encargados de beca encuestados, afirmó verse afectado por la centralización de operaciones en oficinas de FONABE, exceso de trámites y la dificultad para consultar dudas, entre otros. Asimismo, los procesos de seguimiento y control de las becas mostraron debilidades en la cobertura de la población beneficiaria, pues las visitas realizadas entre el 2014 y 2016 no superan el 1%.
En cuanto a aspectos de control, se señala que el sistema no solicita adjuntar documentación que certifique la condición del estudiante, sino que la sola declaración del encargado de beca es suficiente para el FONABE.
Dadas estas debilidades, el ente Contralor ha emitido recomendaciones tanto a la Ministra de Educación como a las autoridades del Fondo, entre ellas a la Junta Directiva y a la Dirección Ejecutiva para que se definan tanto los instrumentos jurídicos como técnicos para una mejor operatividad.
Como bien expresa la Contraloría en su auditoría, la inversión pública que se realiza en la niñez y sobre todo en el tema de educación, es un aspecto fundamental para el desarrollo nacional. A ello agregamos que en épocas de restricción presupuestaria como la presente, el manejo eficiente de los recursos públicos es una obligación ineludible, e inexcusable que amerita con urgencia cambios no solo de funcionamiento sino de actitud de quienes tenemos la responsabilidad de sacar adelante los grandes retos que enfrenta el país.
—
Los artículos de opinión aquí publicados no reflejan necesariamente la posición editorial de EL MUNDO. Cualquier persona interesada en publicar un artículo de opinión en este medio puede hacerlo, enviando el texto con nombre completo y número de identificación al correo redaccion@elmundo.cr.
