A raíz de la publicación el día 22 de mayo en CrHoy, donde el señor Carlos Alvarado presidente de la República, hace un llamado a los 57 diputados que representamos a este país y quienes fuimos elegidos por el pueblo costarricense, para que “no nos extralimitemos” en nuestro trabajo.
Me parece que al señor Alvarado se le olvida que mi potestad como legisladora no es solo para aprobar o improbar leyes, sino, para conformar la realidad social, económica o política del país, es decir, para oponerme a lo que no veo conveniente y que genere gastos innecesarios, también, para ir y sentarme al lado de una familia que me necesita, o escuchar los problemas de un agricultor que nadie lo apoya.
Lo invito para que me acompañe a lugares donde por su apretada agenda no puede visitar, a ellos que viven en las zonas rurales de nuestro país, a quienes nunca un presidente se ha sentado a escucharlos, a quienes saben de su nombre por un televisor o una radio, ellos señor Alvarado son quienes más lo ocupan.
No es una opinión de homofobia, como sé que muchas de las personas seguidoras del PAC lo llamarían.
Lo vimos por los medio de comunicación, acompañar y apoyar la población LGBTI en una marcha, y decirles “NUNCA MÁS CAMINARÁS SOLO”, pero señor Alvarado, me queda una gran incertidumbre, ¿por qué los agricultores si deben caminar solos?, ¿por qué quienes defienden su fe y asisten a una marcha por la familia si deben caminar solos?, ¿por qué los profesores que defienden sus derechos laborales si deben caminar solos?, ¿por qué las más de 680 mil personas con discapacidad que sus derechos son violentados deben caminar solos?, ¿por qué los indígenas deben caminar solos? Todavía no entiendo porque se le ve únicamente con un sector de la población. Me parece que la campaña política ya pasó, y usted se quedó ahí en ese momento.
¿Sabe para qué estamos los diputados en esta Asamblea Legislativa?, para caminar con la otra porción de la población con la que usted como presidente no camina, y seguiremos apegándonos a lo que la Constitución Política nos faculta, cada vez que el pueblo costarricense lo requiera.
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