
San José, 15 feb (elmundo.cr)- El Frente Interno de Trabajadores (FIT), compuesto por nueve sindicatos, solicitó formalmente al presidente Luis Guillermo Solís, que remueva de su puesto al presidente del ICE, Carlos Obregón, ante las tensiones laborales actuales y el plan de buscar una supuesta perpetuidad en el cargo.
La petición para que Obregón y su equipo de asesores no continúen en la institución, también se hizo extensiva para los candidatos presidenciales Fabricio Alvarado, de Restauración Nacional y Carlos Alvarado del PAC, pues los agremiados consideran que Obregón intenta quedarse sembrado en el puesto más alto de la entidad.
Las tensiones y el mal ambiente entre Obregón y la base sindicalista de la Institución llegó a un punto de no retorno, luego de que el Consejo Directivo de la Institución aprobara el Convenio de Análisis y Diseño del Modelo de Gobierno Corporativo del Grupo ICE.
Dicho convenio debe ser firmado aún por el presidente Luis Guillermo Solís, y por Obregón.
En el mismo se establece una reestructuración institucional que plantea la creación de un “Gobierno Corporativo” en el cual, según los sindicatos, se verían beneficiados tanto Obregón como sus principales colaboradores, entre ellos, la directora jurídica de la entidad, Julieta Bejarano.
El FIT, compuesto por los sindicatos: Asdeice, Anttea, Sitet, Siproceice, Siice, Acotel, Anttec y Abogaproice, lanzó un llamado para que Obregón deje la institución por su propia cuenta, y no “por la puerta de atrás”.
Calificado como un acto de “dimensiones nunca antes visto” el acuerdo para promover la “perpetuidad en el puesto” a través del convenio de Gobierno corporativo, al que le habían puesto la categoría de “borrador”, terminó por quemar los puentes entre los grupos gremiales y la administración.
“Al haberse enredado en sus mecates, ahora pareciera que la nueva estrategia asesorada al presidente ejecutivo son las autoentrevistas, donde don Carlos responde preguntas prefabricadas. ¿A qué teme don Carlos? ¿Por qué no enfrenta las preguntas de la prensa nacional? ¿Qué teme que le pregunten periodistas que no estén bajo su jerarquía? ¿Por qué insistir en mentir al decir que el convenio que buscaban firmar era solo un borrador? ¿Por qué no ser accesible en rendir cuentas ante la opinión pública?”, apuntaron los sindicalistas en un comunicado.
En mal momento
El ambiente crispado sacude a la institución en medio de escándalos por malos manejos administrativos, sobre todo luego de que perdiera un juicio contencioso y un arbitraje cpontra la empresa PH Chucás S.A., que estuvo a cargo de la construcción del proyecto hidroeléctrico Chucás, y que le costaría a la Institución alrededor de $160 millones.
A esto se suma la polémica al rededor del proyecto hidroeléctrico Capulín, desarrollado por la empresa Hidrotárcoles, con un crédito del Banco Nacional por $117 millones, y que ahora Obregón dice ya no querer.
El tema ha generado molestia tanto de la empresa como del Banco Nacional, que alegan que el ICE habpia aceptado un plan de trabajo para que la obra entrara en operación en 2017, sin embargo, Obregón trata de eliminar el contrato aduciendo que la fecha original era en 2015, pese a que e documentación oficial se aceptaba un cambio en las fechas.
Este caso podría terminar con una demanda por más de $300 millones contra el ICE a favor de Hidrotárcoles, además de la obligatoriedad del pago del préstamo al Banco Nacional.
Los sindicatlistas también reclaman que desde el principio de esta administración, Obregón impulsó medidas polémicas, como la implementación del reglamento autónomo laboral, que debió ser llevado a una mesa de diálogo con el Ministerio de Trabajo luego de una marcha en agosto del 2016.
Se intentó conocer el criterio del ICE sobre este tema, sin embargo, al cierre de esta nota no se había recibido respuesta.
También pidieron que no convierta en directores corporativos a sus asesores jurídicos y de estrategia, y le piden que también se los lleve de la Institución.