Un Gobierno Local fuerte

» Por Francisco Javier Sánchez Gómez – Economista, Regidor electo Partido Renovemos Alajuela

La organización municipal es un organización bifronte, es decir, de dos frentes en igual condición de cómo se escogen, “ por elección popular”, uno de esos frentes es el Concejo Municipal y el otro el Alcalde Municipal, ninguno es subordinando con respecto al otro en cuanto a la subordinación que comúnmente se entiende, es decir en el ámbito laboral, pero si existe una subordinación administrativa del alcalde hacia el Concejo Municipal así establecida por sendos pronunciamientos de la Procuraduría General de la República (PGR), en lo que indica lo siguiente:

“Empero, lo anterior no obsta para afirmar que entre el Concejo y el Alcalde sí existe una relación de subordinación administrativa – no jurídico laboral ni estatutaria- pues el Alcalde, en el plano administrativo, se encuentra subordinado al Concejo. Esto en virtud de que, de acuerdo con lo dispuesto en el artículo 17, incisos a) y d), del Código Municipal, le corresponde a ese funcionario ejercer las funciones inherentes a la condición de administrador general y jefe de las dependencias municipales siguiendo las políticas y directrices del Concejo y ejecuta los acuerdos adoptados por el órgano deliberante;, todo lo cual reafirma que el órgano superior jerárquico administrativo de la Municipalidad es el Concejo” (PGR, dictámenes, C-42-2005,C-212-2012, C-181-2017)”.

Como se puede deducir, es claro e inevitable que el alcalde ejecute lo acordado por el Concejo, no como una orden, sino como una directriz para que organice y administre las dependencias municipales siguiendo las políticas y reglamentos que dicte el Concejo, esta función del Concejo Municipal es fundamental en las municipalidades, pero muchas veces se menospreciada y hasta manipulada por las alcaldías, al acomodar una mayoría que maneja a su antojo muchas veces a cambio de proyectos sin ninguna trascendencia para el desarrollo del cantón.

En necesario ese contrapeso entre las dos frentes jerarcas de las municipalidades, el alcalde y el Concejo Municipal, este último integrado por los regidores y síndicos, un cantón donde el Concejo Municipal y el alcalde trabajen de forma conjunta pero teniendo claro que los dos son complementarios, ya que si no es así y todo es dirigido por el alcalde, se tendrá una sola visión de desarrollo, que no necesariamente es la de la mayoría, en cambio con un Concejo Municipal fuerte, autónomo, se incorporaran las visiones del resto de las corrientes políticas y ciudadanas, ya que este, está compuesto por representantes de los diferentes partidos, fuerzas que sumadas representan la gran mayoría de los electores.

Un gobierno local fuerte se construye desde el Concejo Municipal ya que desde ahí se emiten todos los reglamentos que regulan el funcionamiento y la organización de las municipalidades y que tiene impacto en la calidad de vida de los ciudadanos, desde ahí se debe dar el control político y desde ahí se debe emitir las directrices y políticas contra la corrupción y en favor el desarrollo social, económico y ambiental del cantón entre otras cosas, un concejo municipal sometido a una sola visión de desarrollo nos mantendrá estancados y sumidos en el abandono donde se aprueban cientos de mociones las cuales en su mayoría no ese ejecutan, volviéndose una burla para las comunidades y ciudadanos como es lo que ha venido pasando. Hagamos y construyamos un gobierno local, más que una municipalidad.

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