Por Luigi Rebecchi Pannelli
El Canal 15 de la televisión universitaria merece un reconocimiento y un agradecimiento muy sentido por su valioso programa del cine italiano, ojalá siga. El binomio Cesare Zavattini – Vittorio De Sica, los padres del neorrealismo italiano, serán recordados perennemente por sus dos obras maestras, entre muchas otras, de excelente facturas, “Ladri di biciclette” y “Umberto D”. Siempre hemos considerado que las comparaciones, en línea general; no se sostienen y ni siempre son válidas, debido a los tiempos, a la economía, a la política, a la idiosincrasia de los pueblos y a otros factores más, sin embargo “Ladri di biciclette” fue una película donde una simple bicicleta era el sustento de toda una familia, situación que en principio; en los países del Norte de Europa, cuya economía era boyante, no fue entendida; por antonomasia, en la China comunista; potencia mundial, un ciudadano demora años para comprarse un velocípedo; en Costa Rica a los que usan las bicicletas los llamaremos, con todo respeto y en latín “Morituri” los que están próximos a morir por la irresponsabilidad de todos los conductores.
“Umberto D” narra la vida de un jubilado cuya pensión paupérrima no le alcanza ni para sobrevivir a tal extremo que planea suicidarse junto a su perrillo; en Italia en el tiempo de la filmación, el pensionado y el funcionario público eran sinónimos de “muertos de hambre”, lo que por dicha y por exceso no ocurre en Costa Rica. A nuestro ver “Umberto D”, dicho en buen dialecto romano es “strappacore”, traducido en “arranca corazón”, porque sin lugar a dudas; saca las lágrimas a cualquiera, sin mencionar al perrito, quien; actúa, pidiendo limosna, con el sombrero del amo en el hocico, de seguro no hizo caso a su entrenador, fue un actor más.