Por Luigi Rebecchi Pannelli
Cuenta la leyenda que Rea Silvia fue obligada por su tío Amulio a convertirse en una Sacerdotisa Vestal, que según las reglas del Templo de Vesta, donde custodiaba el fuego sagrado en honor a la diosa, debía ser virgen, no casarse y no tener prole. Un día el dios Marte la violó y a los nueve meses nacieron los gemelos Romolo y Remo, a la postre fundadores de Roma. La madre por temor a ser descubierta y según la ley sepultada viva, salvó a sus hijos entregándolos a una fámula quien los puso en una canasta y los abandonó en una orilla del río Tiber, llamado en aquel tiempo “Rum”, donde una loba piadosa, que pasaba por ahí los encontró; los amamantó y los adoptó como sus hijos. La loba con los neonatos pendientes de sus ubres, junto a la sigla SPQR que significa: “El Senado y el Pueblo de Roma” están impreso en el escudo símbolo de la “Ciudad Eterna” y puesto, entre otros sitios; en el Campidoglio sede del municipio de la urbe.
Según asumen los medios de comunicación italianos, el ayuntamiento romano; desde hace tiempos “remotos”, arrastra una deuda astronómica, imposible de pagar; hasta el “Cavaliere” y “Latin lover” Silvio Berlusconi cuando era jefe del gobierno, no pudo cancelar y menos disminuir la deuda; aunque quiso borrarla por completo, como quería; las causas del enorme desajuste financiero han sido casi todas; las pésimas administraciones fraudulentas, cómplices y autoras de las “tangenti”, que; traducidas al tico corresponden a “chorizos”, ha sido el mal endémico de las componendas entre los funcionarios municipales corruptos y los empresarios responsables del fraude referente a las licitaciones y construcciones de las obras, previstas; pagadas, amañadas, que además nunca terminaron; más que llenaron los bolsillos de todos los implicados. Por suerte que la loba es de metal, porque de lo contrario; se le cortaría la leche.
La premisa de todo este comentario, se debe al proverbio que reza: “las habas se cuecen en todos los países”, la excepción consiste que en Costa Rica las ubres son de las vacas y los “chorizos” no son demasiado “históricos”.