Reparación histórica a los afrodescendientes

La historia cuenta que los negros fueron arrancados despiadadamente de su tierra africana, y llevados a las nacientes colonias españolas, portuguesas, francesas, holandesas e inglesas en condición de esclavitud e insumo comercial.

La explotación de las minas y el rápido desarrollo de los ingenios de azúcar en América, unido a la drástica disminución de la población aborigen (por las guerras, por el trabajo forzado, por las enfermedades, por masacres), acrecentó la falta de mano de obra y el aumento acelerado de una dependencia, en el orden económico, en la importación de esclavos negros.

No obstante hacia finales del siglo XVIII gracias a la emancipación y al aprendizaje de la escritura, los negros comienzan a articular un lenguaje propio a través de sus propias huellas, que les capacita a reivindicarse como sujetos plenos en el mundo.

Del mismo modo y pese a que Costa Rica es un país que habla de paz el tema no es ajeno ya que se vive un racismo silencioso hacia las minorías, sin agresiones físicas, pero sí verbales y de otro tipo. Esta indiferencia es dolorosa y destructiva porque provoca la desprotección social de las etnias, de sus costumbres, lenguaje, recursos, formas de organización social, en fin, una total negación a nuestra composición pluricultural.

La falta de medidas administrativas y legislativas para combatir expresamente el racismo y prohibir la discriminación racial, deben ser señalados expresa y específicamente en la Constitución Política para la protección y respeto hacia esas poblaciones.

Hay que destacar que el negro sigue siendo protagonista de muchas luchas de liberación y su reto actual se enfoca en la superación de la pobreza que constituye uno de los más grandes desafíos.

Limón concentra la mayoría de personas negras, y ha sido señalada como una provincia que no avanza, y según las estadísticas, tiene una alta tasa de desempleo, está entre las más violentas y las más pobres, que necesita de más políticas públicas para revertir esta situación.

Para cambiar esa realidad y mejorar esos indicadores sociales hay que desarrollar toda una estrategia dirigida a detectar las necesidades reales de esa población y poder intervenir sobre aquellas situaciones causales que están generando las desigualdades que impiden que las personas negras se desarrollen.

La buena noticia es que la comunidad negra que enfrenta y ha vivido en crisis socioeconómica, tiene la oportunidad de prepararse y emplearse en cualquier institución del gobierno a partir de esta ley que obliga al estado a reservar el 7% de los nuevos puestos de trabajo que generen, para la población afrodescendiente.

Finalmente, en este contexto, el rescate de la cultura y de la memoria de los negros no es solo un asunto de historia, sino de justicia. Recuperar la cultura significa legitimar sus formas de habitar el mundo y de recobrar la identidad negada de una cultura silenciada, cuyos valores deben entrar en un proyecto colectivo.

Los artículos de opinión aquí publicados no reflejan necesariamente la posición editorial de EL MUNDO. Cualquier persona interesada en publicar un artículo de opinión en este medio puede hacerlo, enviando el texto con nombre completo, foto en PDF de la cédula de identidad por ambos lados y número de teléfono al correo redaccion@elmundo.cr, o elmundocr@gmail.com.

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