Pensando el futuro de Costa Rica

» Por Luis Fernando Allen Forbes - Director Ejecutivo Asociación Salvemos el Río Pacuare

Costa Rica es un país marcado por la corrupción, la desigualdad, el despojo y los malos gobiernos. Ante este contexto adverso no debemos quedarnos callados, requiere que nos movilicemos, que formemos filas, que toquemos la puerta del vecino y de nuestras familias. Es hora de ocupar la política y sus espacios, para definir juntos el rumbo de país que queremos.

Hablar de nuestro estado es hablar de una larga historia de agravios aún sin resolver. Las personas que lo habitamos hemos sufrido la injusticia, el despojo de los recursos de la hacienda pública, la corrupción, la impunidad, el clientelismo, y muchas formas y estratagemas de la clase política para hacerse de los recursos del estado por tantas décadas, que parece que no hubiese otra forma de hacer las cosas.

Necesitamos recuperar el Estado como una herramienta social, capaz de transformar esperanzas en acciones colectivas. Por eso creemos en una democracia participativa, vigilante y corresponsable, conscientes de que ésta sólo se puede conseguir si se garantizan condiciones materiales básicas de bienestar.

Como país, nos oponemos a la idea de un modelo de progreso y desarrollo que no beneficie a la mayoría. Imaginamos un modelo socialmente justo que haga frente a la desigualdad, y rechazamos el individualismo y la acumulación de la riqueza que inhiben el potencial colectivo y transformador de las personas de este país.

Defendemos el cuidado y la dignidad de la vida, por lo que queremos institucionalizar las conquistas de luchas sociales para asegurar el respeto, la ampliación y la promoción de los derechos de todas las personas. Ante el rezago histórico producido por un sistema machista que padecemos todos, reivindicamos una verdadera igualdad de género.

Demandamos que la justicia sea para todas las personas, y no solamente para aquellos que pueden pagar por ella. Debemos trabajar para que la cuna donde nacemos deje de definir nuestro futuro. Exigimos libertad y seguridad para poder caminar por las calles sin miedo. Trabajemos para que el gobierno no permita que una élite termine con los recursos de las futuras generaciones en nombre del progreso y el desarrollo de unos pocos.

Aceptamos la emergencia climática como una crisis que demanda urgentemente un abordaje transversal de sustentabilidad y ponga en el centro la conservación de la biodiversidad, la soberanía alimentaria, la generación y la gestión de energías renovables, la soberanía energética, la conservación de nuestras tierras y el manejo integral del ciclo de agua.

Para finalizar, rechazamos que la política sea una actividad lejana, egoísta, machista, corrupta y de acumulación de poder. Concebimos una política cercana, que busca recuperar nuestra nación y nuestro futuro. Urge una herramienta de lucha para quienes no están dispuestos a ceder ante la realidad. Costa Rica requiere personas que la imaginen, abracen, trabajen y construyan.

Los artículos de opinión aquí publicados no reflejan necesariamente la posición editorial de EL MUNDO. Cualquier persona interesada en publicar un artículo de opinión en este medio puede hacerlo, enviando el texto con nombre completo, foto en PDF de la cédula de identidad por ambos lados y número de teléfono al correo redaccion@elmundo.cr, o elmundocr@gmail.com.

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