En realidad los costarricenses no hemos dejado de apoyar a nuestra democracia. Más bien tenemos hasta nuestra propia versión de la democracia, nuestra democracia a la tica, nuestra democracia original, nuestra democracia del pura vida.
Claro que tenemos algunos defectos menores, pero, en ausencia desde hace muchos años, de partidos políticos permanentemente organizados y en ausencia también de políticos ejemplares, contamos ahora con la participación activa de cada vez más y más costarricenses por medio de todas las redes sociales.
Recordemos que para estas últimas elecciones presidenciales la votación de los costarricenses significó entre otras cosas, la extinción de varios partidos políticos como el PAC y el PASE, principalmente.
También hemos conseguido variantes favorables para la no reelección de diputados y alcaldes, después de años y años permitiendo ver a los mismos partidos y políticos de siempre, como diputados y alcaldes repitentes.
Para muy pronto, esperamos también la no reelección total, de ningún puesto público y menos los de períodos de 8 larguísimos años como en el Poder Judicial, porque es obvio que toda reelección es inconveniente e innecesaria, dado que está muy claro que hay muchos otros puestos públicos a los que puede concursar cualquier buen alcalde o cualquier buen funcionario público y, además, para cualquier puesto público hay miles de costarricenses que también tienen derecho a tener la oportunidad de servir a la Patria.
Entre otros muchos temas pendientes también debe resolverse la prohibición para la no existencia de diputados independientes, que estuvieron de moda en las elecciones anteriores y, que en este nuevo gobierno, por milagro, aún no han aparecido.
Está claro que todos los diputados fueron electos porque es un requisito que representan a algún partido político, en consecuencia, si algún diputado electo, luego no está de acuerdo con su partido, es obvio que debe renunciar a su partido político y el TSE debe destituir a ese diputado y juramentar al diputado sustituto. El pueblo no eligió a ese diputado de un partido para que luego se autodeclarara independiente.
Estos temas aún no resueltos y muchos más, serían mucho más fáciles de resolver si el TSE tuviera entre sus prioridades, estar mejorando día a día todo lo relativo a todos los procesos electorales de Costa Rica. Todo eso ayudará a disminuir el creciente abstencionismo que es, de medio país en las elecciones presidenciales y de diputados y, de dos tercios de abstencionismo en las elecciones municipales.
También estos temas aún no resueltos y muchos más, serían mucho más fáciles de resolver si la Sala IV tuviera entre sus prioridades, estar mejorando día a día todo lo relativo a la actualización práctica de la Constitución Política de Costa Rica y las leyes en general, para beneficio de todos los costarricenses, en vez de los salacuartazos esporádicos rutinarios.
No es difícil. Sí se puede mejorar día a día para beneficio de todos los costarricenses.
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