Un despacho AFP desde Ankara, Turquía; publica la foto de un desfile de protesta de mujeres que exigen vestir como quieran y no ser agredidas, portan una pancarta que reza: “No toquen mi pantalón corto” a raíz de un atropello reciente, sufrido y por mano de un radical fanático. Por antonomasia, ya sea los talleres de moda femenina, ya sea las peluqueras de mujeres, no pueden desarrollar sus labores y por consiguiente ganarse el sustento diario, en los países de Credo Musulmán, por una razón muy sencilla; de que las mujeres están obligadas a cubrirse la cabeza y todo el cuerpo. A los periodistas que operan en los mismos países, les sucede algo peor; debido al hecho de que si se atreven a comunicar una noticia que no es del agrado del gobierno “ipso facto” los envían a la cárcel; sin derecho a la defensa previa.
Algo distinto, sin embargo concomitante; les pasa en México, donde denunciar a un cartel de la droga; significa ser asesinado, sin que a la postre se encuentren a los culpables.
Es una verdadera lástima, que pese a la modernización; obra maestra del visionario fallecido presidente de Turquía, Kemal Bajá Ataturk; el país esté sometido a un gobierno de incipiente y peligroso corte dictatorial, que entre otros tropiezos; impide al turista conocer y admirar las enormes riquezas arqueológicas y las innumerables obras de arte de Turquía. Ojalá que en un futuro no muy lejano, el gobierno de turno modifique su rumbo para el disfrute y la paz de todo el mundo.
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