Estamos celebrando la Semana Internacional del Autocuidado, momento para llamar a todos a la reflexión sobre cómo estamos viviendo desde el ámbito personal, pero también en el colectivo. Necesariamente esta reflexión nos lleva a pensar en diversos ámbitos, donde la salud no escapa.
Quisiera hacer entonces, una reflexión sobre el autocuidado desde el punto de vista del derecho a la salud de las personas. Derecho que es humano, universal y que en Costa Rica está garantizado desde nuestra Constitución Política cuando cita que todas las personas tienen el derecho a la salud y a un ambiente sano y ecológicamente equilibrado.
Cito esto porque nuestro país ha dado pasos muy importantes en la regulación para el control del consumo del tabaco a través de distintas normativas, con resultados que han sido favorables y que hoy enfrentan el reto de seguir evolucionando para precisamente salvaguardar este derecho.
Hablo del proyecto de Ley 22.497 que introduce el empaquetado neutro de productos de tabaco como una forma de desincentivar el consumo, y retrasar la edad de primer consumo que inicia en nuestros niños y jóvenes. Esto se logra a través de estandarizar su presentación en los empaques, incrementando las advertencias sanitarias y manteniendo la información debida al consumidor.
La Organización Mundial de la Salud (OMS), define el derecho a salud como el “grado máximo de salud que se pueda lograr” y exige un conjunto de criterios sociales, que propicien la salud de todas las personas, entre ellos la disponibilidad de servicios de salud, condiciones seguras de trabajo, entre otras. Es claro que, este derecho incluye el acceso a un sistema de protección de la salud, que ofrezca a todas las personas las mismas oportunidades de disfrutar del grado máximo de salud, que se pueda alcanzar.
Desde el 2012 contamos con la Ley Nº9028, Ley General de Control del Tabaco y sus efectos nocivos, en la cual se establecen las medidas necesarias para proteger la salud de las personas de las consecuencias sanitarias, sociales, ambientales y económicas del consumo de tabaco y de la exposición al humo del mismo. Se han obtenido grandes logros, en este tema, sin embargo, falta aún más controles a la industria tabacalera por parte del estado, porque el consumo de tabaco continúa generando problemas a la salud en la población.
El proyecto de Ley Nº22.497, que se encuentra en la Asamblea Legislativa, cuenta con un sustento jurídico y técnico en pro de la salud pública, además del apoyo de organizaciones de la sociedad civil, dado los efectos positivos que posee la implementación del empaquetado neutro basado en la experiencia de diversos países.
Esta iniciativa también amplía la regulación a nuevas formas del consumo como son los cigarrillos electrónicos, vapeadores con nicotina cuyo incremento se ha popularizado especialmente en los jóvenes e incluso entre personas fumadoras como una manera para dejar de fumar o menos dañina ¡nada más alejado de la realidad! Esto es preocupante porque las consecuencias en la salud son negativas y graves.
En nuestro país hay más de 2 mil muertes anuales de personas que sufrieron de problemas en su salud producto del tabaquismo y más de 16 mil casos con enfermedades pulmonares y cardíacas debido a estos productos.
Avanzar en este tipo de regulación es importante para proteger la salud de nuestra sociedad, también para fomentar mayor conciencia entre quienes consumen este tipo de productos con la finalidad de que puedan evitarlos por su propio bien.
Contar con espacios libres de humo y gases es también una manera de defender la calidad de vida de las personas, así como programas diferentes para su tratamiento, y es ahí donde tenemos que avanzar; pero antes necesitamos que la población esté consciente de los efectos del fumado y del vapeado en la salud de toda población. Se requiere, que el estado pueda intensificar campañas en contra del consumo de tabaco, así como implementar nuevas acciones de política púbica como lo es el proyecto de Ley Nº22.497, que establece el Empaquetado Neutro de Productos de Tabaco, una iniciativa que tiene sustento jurídico y científico como medida efectiva, pues se ha aplicado con éxito en otros países.
Es por ello que, en el Día Internacional del Autocuidado, hacemos un llamado a la población para que hagan consciencia de que consumir tabaco -en cualquiera de sus presentaciones- daña su cuerpo y el ambiente para las demás personas. A su vez alzamos la voz para solicitarle a la Asamblea Legislativa que aprueben esta iniciativa, para que pese a las presiones de una industria que lucra con productos que causan enfermedad y muerte, valoren que por encima de esos intereses está el deber de salvaguardar el derecho humano a la salud de los ciudadanos que les dieron su confianza a través del voto.
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