Los insectos están constituidos principalmente por proteínas y grasa, son inocuos, y algunos presentan propiedades funcionales, como péptidos antimicrobianos, lo que los hace ser una alternativa viable para la alimentación de humanos y animales. El uso de insectos como alimento y para la fabricación de concentrados y alimentación para humanos aporta un buen número de beneficios de carácter ambiental y sanitarios. El pescado y los insectos son los alimentos de origen animal que contienen más omega 3 y algunas frutas como el aguacate y las fresas. Los ácidos grasos omega-3 son un tipo de grasa poliinsaturadas. El Omega 3 destaca por su papel fundamental en el desarrollo y función del sistema nervioso central, ayuda a reducir los altos niveles de triglicéridos en sangre e índices de inflamación, mejora los síntomas de la depresión, funciona como antioxidante y reduce el riesgo de enfermedades cardio-vasculares.
Cada día se encarecen más los concentrados producidos con granos y harina de soya por lo que hay que buscar nuevas alternativas. Investigadores de la Universidad de Almería han logrado que las larvas de la mosca soldado negra es un buen alimento para animales. Las larvas de la mosca negra Hermetia illucens resultan una opción óptima para obtener una harina rica en ácidos grasos omega 3, con buenas propiedades saludables. Costa Rica importador de soya para suplir la proteína de las mezclas para alimentación de animales debería estar investigando ya sobre otras fuentes de proteína ricas en omega tres. Con eso se ahorraría divisas y se generaría un impulso a la economía cosa que al gobierno le urge, pero parece no entenderlo o no quiere entender. Ya que los beneficios no serían solo económicos, sino que también ambientales. La producción de insectos es más sostenible que el resto de producciones animales. Son más eficaces en la conversión de alimentos, requieren menos tierra y agua, generan bajas emisiones de gases de efecto invernadero y amoniaco, además se adaptan muy bien a ingerir subproductos alimenticios de varios cultivos. Y no solo eso, sino que los insectos pueden alimentarse de residuos biológicos de origen animal y vegetal. Ellos pueden recogerse directamente del medio de manera sencilla y las técnicas y las inversiones no son costosas. Las personas más pobres de la sociedad como grupos de mujeres y jóvenes sin tierra de las zonas urbanas y rurales pueden combatir el desempleo recogiendo los insectos directamente del medio, de cultivarlos, procesarlos y venderlos. Además, la recolección y la cría de insectos pueden generar oportunidades empresariales Ya es hora que los grupos de ambientalistas comiencen a presionar sobre esto y que los defensores de los animales piensen más en el país. Los insectos en el futuro representan una buena fuente de alimentación humana y animal. Ya los asiáticos lo hacen normalmente. Tal vez estas generaciones actuales no quieran comer insectos, pero las futuras tal vez sí y lo que sí se puede hacer ya es producir para alimentación animal.
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