En el pasado Campeonato Mundial de Fútbol, Rusia 2018; no le ganamos a nadie. Mientras que le ganamos a Roma, “La Capital del Mundo”; porque tenemos una cantidad muy inferior de huecos en nuestras calles que “La Ciudad Eterna”, cuya Alcaldesa, la señora Virginia Raggi tuvo a toda prisa, que mandar a tapar los cráteres de una vías empedradas, donde pasó el “Giro d’Italia”; el escándalo fue mayúsculo a tal extremo que a la loba, símbolo de Roma; se le cortó la leche y los gemelos, Romolo y Remo pasaron hambre. En este caso, la comparación no es “odiosa”, porque valga la redundancia; los huecos, huecos son.
Unos ciudadanos, muy pulcros, le reclamaron a doña Virginia Raggi la permanencia de unas trabajadoras del sexo en una parada de buses; a la Jerarca de la Ilustre Municipalidad, no le quedó otra que mandar a correr la parada, fue la medida “hermanitica” del “sofá” Tico, que; pese a ser amena, a veces; refleja algunos hechos reales que todo el mundo conoce.
Italia fue un país de emigrantes por excelencia, no obstante; en la actualidad, en contubernio, con la Unión Europea, juega al “Ping Pong” con los emigrantes que llegan a sus costas, algo; que simple y llanamente, es una vergüenza.
Sin presumir de “buena gente”, debemos comparar la solidaridad innata de los costarricenses, quienes en el pasado recibieron a los emigrantes cubanos como seres humanos, pese a que Costa Rica es un País de escasos recursos económicos, pero de sobrantes recursos humanitarios; huelga añadir las llegadas masivas de los nicaragüenses, quienes se han vuelto parte de la familia costarricense, desde hace muchos años. “Sic transit gloria mundi”.
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