Por Luigi Rebecchi Pannelli
La señora de los anillos, como cariñosamente la identifican los súbditos de su país; doña Rosario Murillo, “madre ejemplar de diez hijos; poseedora de un profundo sentido humanitario”, ha sido designada por su esposo el señor Daniel Ortega presidente de la república, como su vice presidenta, autocracia pura; por consiguiente, como siempre lo hizo y ahora con su marido; dirigirá los destinos de Nicaragua, el pueblo aunque no la haya elegido en las urnas, la quiere mucho como indican las estadísticas que le otorgan un alto porcentaje de aceptación a nivel nacional. Dicho sea de paso, un brujo vaticinó que don Daniel ganará las elecciones por tercera vez; cabe señalar que la dama en cuestión, en el pasado a causa del naufragio de unos ticos se prodigó y se lució en acelerar la devolución de los cadáveres a Costa Rica; algunas malas lenguas opinaron que era algo pertinente y de oficio en cualquier parte del mundo.
Nuestro ministro de seguridad con razón y con justicia, regresó satisfecho de participar en una reunión en el vecino país; concerniente a algunos temas en conjunto en cuanto a la seguridad de las dos naciones.
El señor canciller de Costa Rica, a nuestro ver; el mejor ministro del gobierno actual, con mucho tino diplomático; ha declarado que además de provechosa, la reunión del señor ministro de seguridad en el vecino país no ha implicado de manera ninguna una reactivación de nuestras tensas relaciones diplomáticas con el vecino del Nord.
