Muchos pensarían que la región más pobre del país es la Huetar Norte, la Huetar Atlántica o la Región Brunca. Según la Encuesta Nacional de Hogares (ENAHO) del 2017 del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC), la región más pobre del país es la Región del Pacífico Central (integrada por los cantones de Puntarenas, Esparza, Montes de Oro, Orotina, San Mateo, Garabito, Parrita y Quepos) y fue la única en donde aumentó la desigualdad.
Mientras en la Región Central del país el nivel de pobreza es del 15,7%, en la Región del Pacífico Central llegó al 29,9%, siendo la más pobre del país (ENAHO 2017; 45).
Además de ser la región más pobre del país y la que tiene el mayor nivel de desigualdad según el Coeficiente de Gini per cápita (ENAHO 2017; 39), el Pacífico Central es región que menos sedes de universidades públicas y privadas tiene según el Quinto y Sexto Informe del Estado de la Educación. También es la región en todo el país que menos recursos recibe del Fondo Especial para la Educación Superior (FEES), recibiendo menos del 1%.
El nivel de concentración de los presupuestos de las universidades estatales es realmente vergonzoso, llegando desde un 85% de concentración en su Sede Central en Cartago en el caso del TEC, hasta niveles superiores al 90% en su Sede Central en San Pedro en el caso de la UCR y en Heredia de la UNA.
La Región del Pacífico Central no tiene sedes de la UNA ni del TEC, y la Sede de la UCR recibe cerca del 1% del total de su presupuesto siendo la sede de la UCR que menos recursos recibe de todas sus sedes.
Estos datos de la escasa inversión que realizan las universidades estatales en la Región del Pacífico Central tienen una directa incidencia en su condición de pobreza y desigualdad, aunque no sea aceptado por las autoridades universitaria que han negado una audiencia en el CONARE para debatir este tema.
La escasa inversión de las universidades estatales está sentenciando a la pobre por generaciones a quienes residimos en la Región del Pacífico Central. A pesar de que sus presupuestos los financiamos vía impuestos también quienes residimos fuera de la GAM pero somos tratados como ciudadanos de tercera categoría al recibir un beneficio del 1% en la inversión que realizan en nuestra región.
Una región con el potencial que implicaría tener un el mediano plazo un nuevo aeropuerto internacional, tener un importante puerto comercial como Puerto Caldera, y un Data Center, debería tener como mínimo una Sede del TEC y mayor inversión de las universidades estatales, en lugar del 1% que se recibe actualmente.
Incluso empresas como Inolasa, Alunasa, Metalco, Bekaert, Alimentos Prosalud (Sardimar), entre otras, que significan más de 3.000 empleos directos en el Pacífico Central firmaron una carta solicitando al TEC una Sede para dicha región.
Al día de hoy dichas empresas no ha recibido una respuesta clara de parte del Rector del TEC sobre la solicitud que realizaron y los argumentos que se mencionan en dicha solicitud.
Las universitarias estatales tienen una alta cuota de responsabilidad en el desempleo, la pobreza y las escasas oportunidades de desarrollo en las regiones periféricas a la GAM.
¿Hasta cuándo vamos a seguir permitiendo que las universidades estatales sigan sentenciando a la pobreza nuestras regiones? ¿Qué hará al respecto los próximos diputados y presidente para disminuir esta desigualdad y exclusión de nuestras regiones al acceso a la educación superior que también financiamos por medio de los impuestos?
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