Los valores siempre han estado presentes y son fundamentales para la buena convivencia de los costarricenses. Los valores son importantes en nuestra vida porque nos ayuda a formar a las personas. Los valores son principios que nos permiten orientar nuestro comportamiento en función de realizarnos como personas. Un valor verdadero y universalmente aceptable es el que produce un comportamiento que beneficia tanto a quienes lo ejercitan como a quienes lo reciben (EYRE. L.).Nuestro país ya no es la “Suiza Centroamérica”, hace varios años, concepción utilizada el recordado humanista cartaginés Mario Sancho en un libro que escribió al respeto, y que diferenciaba a Costa Rica de los otros países centroamericanos en aspectos políticos, avances en educación y salud. Se ve inmerso en una gran crisis de valores como la honradez, la transparencia, integridad, solidaridad y honestidad. Se siente, con cierto pesar, la cada vez más notable pérdida de valores en nuestro país y se dan unas serie de situaciones que reflejan dicha situación como el deseo de muchos de obtener recursos lo más fácil y rápido posible, por lo que ha permeado tanto el narcotráfico, el lavado de dinero, la evasión y colusión en el pago de impuestos, el aprobar privilegios para unos pocos. La falta de solidaridad de los costarricenses, la corrupción que se sigue dando en el sector público y privado. Un elemento sustancial se refiere a la que la pérdida de valores se ha dado de manera continuada, donde en épocas anteriores valores como la honestidad, integridad y respecto a los demás, eran el norte que guiaba el accionar de los costarricense. Actualmente, más bien predominan los anti valores como “Hacerse rico sin trabajar mucho”, “No importan los medios para lograr los fines “y “La poca transparencia en las actuaciones de las personas”.
Nos hemos acostumbrados a problemas de corrupción, de inseguridad ciudadana, y a ser menos solidarios. En sólo 9 meses del 2023, hemos superado la cifra de asesinatos del 2002. El desarrollo social y económico actual exige hoy más que nunca de las instituciones responsables de la formación de personas, una respuesta oportuna y proactiva, porque debemos seguir creyendo que hay esperanza, que se pueden generar los cambios desde el seno mismo de la familia, de la escuela y por ende de la sociedad. El proceso de construcción de una sociedad con elevados valores, se puede llevar a cabo en la medida que cada la sociedad como un todo sea más solidaria y transparente. La sociedad costarricense podrá mejorar en la medida que se cultiven los valores, especialmente aquellos que procuran el respeto al ser humano. En esencia, debemos educar para desarrollar un ser que respete a sí mismo, a los demás y a la naturaleza y que tenga valores espirituales. El sistema educativo debe cambiar cualitativamente, ser más exigente, brindar una educación integral, permita volver a los valores esenciales de respeto, responsabilidad personal, honestidad, dignidad. Es fundamental el papel que debe jugar la Educación, para que mediante una Educación más proactiva, de más calidad y con una adecuada evaluación de los resultados alcanzados y resolver problemática como la deserción escolar, la mala infraestructura, mejor la calidad de los docentes y la valuación por parte del Ministerio de Educación Pública o entidad independiente sobre la calidad de la educación y de los Educadores. “El Octavo Informe Estado de la Educación (2021) alertó hace dos años acerca de una grave crisis en los ciclos preescolar, básico y diversificado del sistema educativo público debido al golpe combinado de “rezagos históricos” y de los efectos del “apagón educativo” ocurrido entre 2018 y 2021. Desde entonces, la crisis de gestión, recursos y resultados educativos se profundizó al punto tal que, en la actualidad, Costa Rica enfrenta una coyuntura decisiva en materia educativa, cuya resolución, en un sentido u otro, afectará profundamente el rumbo del país en las próximas décadas. Esta es la principal conclusión del presente Informe que a lo largo de sus capítulos, documenta una situación del sistema educativo que es la más difícil desde la década de los ochenta del siglo pasado”. Otros aspectos del noveno Informe del “Estado de la educación”: Estudiantes avanzan en el sistema con fuertes carencias en aprendizajes básicos que ponen en riesgo sus trayectorias educativas, respuestas institucionales son insuficientes para salir de la crisis educativa y cerrar brechas estructurales, tendencias recientes en el financiamiento de la educación superior pública amenazan sus labores sustantivas e Incumplimiento de acuerdos nacionales genera retrocesos y compromete las aspiraciones nacionales en educación.”
En una sociedad costarricense cada vez más dividida entre los que más tienen y los que menos tienen, es decir con mayor desigualdad social y con más de 1.100.000 personas pobres y 300.000 personas en pobreza extrema, es decir la pobreza en los últimos 20 años ha estado cerca del 20 % y la pobreza extrema actualmente es de 6 %.es fundamental que en el sector público y privado prevalezcan valores como la solidaridad, honestidad, transparencia e integridad y se propicie el bienestar de las mayorías
Es bueno tener presente lo expresado por el recordado Papa Juan Pablo II “en el sentido de que la mayor amenaza de las sociedades de hoy no viene de quienes quieren destruirla, sino de la pérdida de unos valores, que siendo cristianos, son valores universales. “Entre las causas que han llevado a la pérdida de valores encontramos: la desintegración y los conflictos familiares; los divorcios; la situación económica; deserción escolar; desobediencia; drogadicción, entre otros tantos factores que han acabado con los valores en el país y han dejado como consecuencia: surgimiento de bandas; prostitución; embarazos prematuros y no deseados; robos; transculturación; relaciones sexuales promiscuas, etc. El Pilón”.
Es importante señalar que si baja la calidad de la educación y sus resultados no son muy adecuados se va incrementar la pobreza y va a dar también una mayor pérdida de valores.