La peligrosa e irresponsable política cambiaria de Restauración Nacional

» Por Alejandro Abarca y Sergio Fernández - Economistas

Hace algunos días Gerardo Corrales, economista del equipo de Fabricio Alvarado afirmó que el país necesita el país necesita un “tipo de cambio neutro” (sic). En sus propias palabras: “Nosotros tenemos que revisar el tipo de cambio real, (…) está en 85%. Se dice que el tipo de cambio real es neutro cuando el índice está a niveles de 100”. Estas afirmaciones son muy peligrosas. Primero, porque parten de un uso incorrecto de este indicador. Y segundo, porque se están utilizando estos argumentos para justificar una política cambiaria de devaluaciones activas que tendría grandes costos para la economía del país.  A continuación, explicamos en detalle el porqué de nuestras afirmaciones

Primero… ¿qué es el tipo de cambio real y por qué importa?

En una economía dos tipos de cambios: el nominal y el real. El nominal, es el más conocido, y lo que indica es con cuantos colones se adquiere una moneda de otro país. Mientras que el tipo de cambio real (TCR) es un indicador que compara el precio relativo de bienes y servicios entre diferentes países. En donde si el TCR es menor que uno se dice que el tipo de cambio real está apreciado (y está depreciado si la división es mayor que uno). En pocas palabras, el TCR es un indicador de la competitividad de la economía de un país, qué indica si una economía se vuelve relativamente más cara o más barata con respecto a las demás.

Ahora bien, el TCR se mide en Costa Rica mediante el “Índice de Tipo de Cambio Efectivo Real Multilateral” (ITCERM), y es calculado por el Banco Central. Como índice que es, se fija un año base, y su valor en este año es igual a 100 por construcción para poder medir su variación relativa en el tiempo. Sin embargo, en su año base, el tipo de cambio real puede estar apreciado o depreciado.  Entonces, un tipo de cambio real de 100 no es necesariamente un nivel de equilibrio como dice el señor Corrales. Ni tampoco los años en donde no tiene un nivel de 100 necesariamente constituyen años de desequilibrio.

Últimamente, el TCR es el resultado de muchos factores internos y externos a la economía de un país. Y muy importante, entre estos factores, están los cambios en la estructura productiva del país los cuales provocan desviaciones del ITCER de su valor del año base. Por lo que no es correcto usarlo como único indicador para definir la política económica ni para determinar si la economía de un país es competitiva o no. Pero quizás lo más importante para efectos del debate actual y las declaraciones de Gerardo Corrales, no se sigue de que cambios en el TCR deben ser compensados por cambios en el tipo de cambio nominal en una economía.

Además, un TCR apreciado o depreciado no es necesariamente algo bueno o malo para la economía de un país. Por ejemplo, un país con una productividad muy alta hace que sus ciudadanos tengan salarios altos y demanden más bienes y servicios que sólo compiten dentro de su economía, lo cual hace que el tipo de cambio real se aprecie. Similarmente, un país en crisis económica puede tener un TCR depreciado porque la demanda de bienes y servicios dentro de su economía está deprimida. No obstante, lo anterior, si existe un TCR de equilibrio, pero este depende de muchos otros factores adicionales al tipo de cambio nominal.

Pero entonces… ¿a qué se estaba refiriendo Gerardo Corrales y por qué es peligroso?

Él sostiene que los bienes y servicios de Costa Rica son muy caros. Por lo tanto, si se deprecia el colón gradualmente, estos serían relativamente más baratos para el resto de países, lo cual haría nuestra economía más competitiva. Y consecuentemente, una devaluación fomentará el empleo y reactivará la economía.

A primera vista, esto suena como un buen argumento teórico.  Lo que no menciona son los efectos negativos de depreciar la moneda, los cuales no son triviales. El efecto más directo de una política de devaluaciones graduales es el aumento de la tasa de inflación. Como todas las personas en el país saben que el tipo de cambio se va a depreciar, ajustan sus expectativas a este cambio.  Ya sea si la devaluación es gradual o abrupta. Además, el precio de todos los bienes importados subirá. Esto no sólo es una predicción teórica, es lo que ocurrió durante todo el período de minidevaluaciones entre 1984 y 2008 como mostramos en el siguiente gráfico:

Fuente: Indicadores económicos, Banco Central de Costa Rica.

No fue hasta que se abandonó el sistema de minidevaluaciones que el país logró bajar a niveles de inflación menores al 5% anual. Sumado al aumento en la inflación, los pagos de las deudas que están en dólares serán mayores, la economía se dolarizará más y las tasas de interés de los préstamos en colones aumentará debido a la mayor inflación. La combinación de estos cuatro hechos generará más incertidumbre y riesgo en la economía. Esto puede comprometer seriamente la estabilidad macroeconómica que hemos logrado después de más de 20 años de devaluación y casi 10 años de administración cambiaria.

Pero… ¿y quiénes se benefician?

En primer lugar, los exportadores, pues podrán vender sus productos más baratos. Y, en segundo lugar, el sector bancario costarricense. Pues gran parte del valor de los bancos está en moneda extranjera. Entonces experimentan ganancias significativas cuando el tipo de cambio aumenta.

Empero, se puede argumentar que un sector exportador y bancario más fuerte harán que la economía del país sea más robusta y dinámica. Pero el mismo Corrales reconoce que existen 500 mil hogares en el país que tienen deudas en dólares, pero generan sus ingresos en colones. Por lo que no es claro cómo estos beneficios son mayores al costo de hacerle la vida más difícil a 500 mil familias con deudas más difíciles de pagar. Tampoco es claro como estos beneficios compensan los costos de tener una inflación mayor y menor capacidad de hacer política económica efectiva. Asimismo, la evidencia existente (Barquero y Muñoz (2015)) más bien señala que el TCR se ha movido dentro de los niveles esperados según las características de la economía costarricense. Así que tampoco existe un criterio técnico que señale que devaluar el colón sea una buena política económica.

¿Y entonces?

Sin lugar a dudas el país siempre tiene que procurar ser más competitivo. Hay mucho campo para lograr esto, por ejemplo: mejorar el capital humano del país, mejorar nuestra infraestructura, reducir el déficit fiscal, aumentar el valor agregado de nuestra producción y reducir el costo de la energía. En teoría, depreciar el colón nos haría más competitivos. Pero en la práctica, no es claro que los beneficios de esta política superen sus costos, los cuales son altos y certeros, pues son viejos conocidos.

Proponer una política de devaluaciones graduales no sólo sería una política arriesgada para la economía del país, además es muy irresponsable justificar dicha política a partir de una mala interpretación de un solo indicador.

Fuentes:

  1. Indice de Tipo de Cambio Efectivo Real Multilateral con Ponderadores Móviles 1997-2018. Disponible en: //indicadoreseconomicos.bccr.fi.cr/indicadoreseconomicos/Cuadros/frmVerCatCuadro.aspx?idioma=1&CodCuadro=%202501
  2. Nota Técnica Índice de Tipo de Cambio Efectivo Real Multilateral con ponderadores móviles. Disponible en: //indicadoreseconomicos.bccr.fi.cr/indicadoreseconomicos/Documentos/DocumentosMetodologiasNotasTecnicas/Nota%20T%C3%A9cnica%20Tipo%20de%20Cambio%20Real%20ponderadores%20m%C3%B3viles.pdf.
  3. Barquero, J.P. y Muñoz E. (2015). Costa Rica: tipo de cambio real y zona de equilibrio. Banco Central de Costa Rica, Documento de Trabajo DT-06-2015, Departamento de Investigación Económica División Económica Junio del 2015. Disponible en: //www.bccr.fi.cr/investigacioneseconomicas/politicacambiariaysectorexterno/Costa%20Rica_tipo_de_cambio_real_y_zona_de_equilibrio.pdf
  4. Gerardo Corrales Explica política cambiaria de restauración. La Nación. Disponible en: https://www.nacion.com/el-pais/politica/video-gerardo-corrales-explica-politica/3521a2aa-272e-4a23-a421-2225fb80ea39/video/

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