La esperanza no se puede perder y menos en el tema de la educación

» Por Tom Okot - Profesor de posgrado e investigador ULACIT

Los niños, niñas y adolescentes regresaron estos días a las aulas, que lindo volver a escuchar los gritos y las risas en los patios, y ver las caritas llenas de ilusión y sed de conocimiento. Privilegios que hace tres años nos arrebató la pandemia.

Nosotros realizamos un estudio en zonas rurales, y realmente constatamos que el alejamiento de las aulas resultó ser una piedra muy grande en el camino del aprendizaje de muchos y hasta causó traumas en algunos.

La investigación: “Desigualdad Digital en el Sistema de Educación Pública: Estudio de Caso Fuera del Área Metropolitana de Costa Rica” abarcó una muestra de 130 entrevistas a padres de familia y personal educativo y se pudo constatar que la falta de acceso al internet fue el principal obstáculo. Pero lejos de lamentarnos, hay que aprender lecciones y ver oportunidades de mejora.

Esta investigación que realizamos podría potencialmente usarse para comprender cómo la brecha digital impacta diversos sectores de la población e identificar las principales oportunidades para poder garantizar el acceso igualitario de la información y adopción de la tecnología.

Si algo quedó claro, es que en aquel momento las autoridades educativas hicieron lo que podían, estábamos ante una crisis mundial, pero ahora, ya sabemos que, ante una eventualidad similar, las normativas no se pueden dictar a un nivel general, sino que deben adaptarse a cada región, de acuerdo a sus necesidades.

Y es bueno, ver que nos vamos recuperando, los estudiantes han vuelto con entusiasmo a las aulas y eso es un buen indicador.  La esperanza nunca se debe perder y menos en materia educativa, tenemos una tarea grande por delante y no solo el Ministerio de Educación Pública, sino todos, desde cada docente, cada padre y madre, las universidades mismas, tienen su cuota de responsabilidad.

El sistema debe dar una educación integral y desde primaria y secundaria aprovechar las condiciones de cada lugar, por ejemplo, si se trata de una zona turística, hay que fortalecer, el conocimiento de la biodiversidad, los idiomas, y por qué no, trabajar en el servicio al cliente.

Las universidades deben ser más flexibles para recibir y alinear a estudiantes que lleguen con falencias en algunos campos específicos, eso es un gran desafío.

Es cierto, hace tres años recibimos un golpe duro, pero el país en materia educativa se puede recuperar, no olvidemos que la educación sigue siendo la herramienta más estratégica para erradicar la pobreza, es ella la única que puede sacar a una persona del ciclo de pobreza.  No en vano hay quienes dicen que la mejor herencia que se puede dejar a un hijo es la educación y esto es todavía más válido en un mercado tan competitivo, donde ya no solo cuentan los títulos sino, el conjunto de destrezas, de habilidades blandas.

Y en un mundo tan cambiante y que cada día se moderniza más, nadie puede quedar por fuera.

¡La tecnología y el acceso igualitario deben ser una herramienta holística en la educación!

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