Los informes de labores presidenciales son una antigüedad, son una reliquia histórica. Desde hace ya muchos años existe en nuestro país el informe periódico del estado de la Nación así como muchos otros muchos informes nacionales al respecto como de universidades e institutos de investigación, además de una gran cantidad de informes y análisis internacionales como la OCDE, la CEPAL y el BID entre otras. Dado que el TSE pide como requisito a todos los partidos políticos para participar en las elecciones nacionales, aportar programas de gobierno. Deberíamos darles seguimiento a esos programas, inclusive estos programas de gobierno deberían ser actualizados año a año para evaluarlos el año siguiente. Con lo cual, en vez del informe subjetivo actual de “logros” presidenciales tendríamos un informe comparativo de avance con relación al programa de gobierno previsto y conocido previamente por todos los costarricenses.
Qué maravilla la internet y todas las redes sociales actuales para enterarnos de inmediato de todo lo que hacen y no hacen los gobiernos de turno. Antes había que depender de periódicos y noticieros apenas para medio enterarse, semanas, meses y años después, de lo que ya se había hecho y que de por sí, ya nada podíamos hacer. También es muy importante la participación cada vez, de más y más costarricenses por medio de todas las redes sociales, ahora que están de moda, para ayudar finalmente a conseguir por fin, una Costa Rica bien administrada o bien gobernada. Usando el término que sea.
Los costarricenses estamos muy agradecidos con los milagros económicos que ocurren a diario en Costa Rica. Ese es el plan A. Milagros con unas pocas convenciones colectivas a las que la Sala IV, les ha señalado como inconstitucionales algunos artículos, aunque sea muchísimos años después y aunque aún falta el milagro de las sanciones. Milagro que el FEES prestó al país algunos miles de millones ociosos en el 2021, diz que para ayudar en algo con la pandemia. Milagro que aún haya medio país con alguna motivación para votar en las elecciones presidenciales y un tercio del país para votar en las elecciones municipales. Y así, hay miles de milagros que nos han ayudado a sobrevivir a la gran mayoría de costarricenses, a pesar de los deficientes últimos gobiernos. Ese es el plan A.
Ojalá continúe para Costa Rica la bendición de los milagros como plan A, pero los costarricenses necesitamos urgentemente un plan B, para complementar en algo a los milagros. Para eso es un nuevo gobierno. Pero el nuevo gobierno de turno no es solo el nuevo presidente, todos los partidos políticos representados en la Asamblea Legislativa son también parte del nuevo gobierno de turno y, todos deberían estar trabajando de conformidad con sus planes de gobierno, esos que el TSE les aprobó de previo a las elecciones. Los planes de gobierno de los partidos políticos deberían ser mucho más que solo un requisito de presentación ante el TSE.
Pero no planes B como los que hemos visto en estos dos años de este gobierno de turno, planes B solo de opiniones y comentarios personales del Presidente, diputados y ministros. Tienen que ser planes B de ideas y proyectos serios, sobre todo de reactivación económica, provenientes de la seriedad que se supone tienen los partidos políticos de donde salieron electos todos esos funcionarios públicos. De suerte que ahora con la existencia de las redes sociales, como plan C, todos los costarricenses podemos participar de este cuarto poder ampliado de las democracias, para que más pronto que tarde, todos los costarricenses tengamos todos los mismos beneficios, de esta democracia única y original, nuestra democracia del pura vida.