No sé lo que los lectores piensen acerca del titular de este comentario, quizás no sea el más apropiado, pero a veces hay que decir las cosas como son, para nosotros, el Grupo de Lima se quedó en pura retórica diplomática, refleja además la hipocresía y el complejo que tienen muchos políticos latinoamericanos.
Es de todos conocido que la mayoría de todos estos políticos que asisten a esas reuniones representan a gobiernos y partidos que están ligados de alguna manera con las ideas socialistas y no quieren verse firmando acuerdos con “el imperio” para que sus opositores no se lo reclamen. El mejor ejemplo es el representante de Juan Guaidó, presidente encargado de Venezuela ante el Grupo de Lima, señor Julio Borges, uno de los fundadores del Partido Primero Justicia, con una ideología algo confusa, pues en Wikipedia aparece la información como un partido con la siguiente ideología: Humanismo, Progresismo, Socialismo democrático, Conservadurismo liberal, de Posición Centro, Centroizquierda. ¿Alguien entendió?
La misma fuente nos explica que “El Grupo de Lima (GL), es una instancia multilateral que se estableció tras la denominada Declaración de Lima, el 8 de agosto de 2017 en la capital homónima, donde se reunieron representantes de 14 países con el objetivo de dar seguimiento y buscar una salida pacífica a la crisis en Venezuela. Entre otras cosas, exige la liberación de los presos políticos, pide elecciones libres, ofrece ayuda humanitaria y critica la ruptura del orden institucional en el país sudamericano”.
La famosa enciclopedia nos explica además que “en un principio suscribieron la declaración doce países americanos: Argentina, Brasil, Canadá, Chile, Colombia, Costa Rica, Guatemala, Honduras, México, Panamá, Paraguay y Perú, uniéndose posteriormente Guyana y Santa Lucía. Siendo avalado también por Barbados, Estados Unidos, Granada, y Jamaica que asistieron al encuentro, así mismo, organismos como la Organización de los Estados Americanos y la Unión Europea, además de la oposición venezolana, han dado su respaldo a dicho documento. En febrero de 2019 se incorporó a Venezuela, más precisamente al gobierno interino de Juan Guaidó”. Ver la declaración completa en el siguiente enlace: https://es.wikipedia.org/wiki/Grupo_de_Lima
La declaración del Grupo de Lima en mayo pasado confirmó la retórica repetitiva de este grupo, lo que necesitan los venezolanos en esta coyuntura en que viven son acciones concretas, no más retórica. Para aquellas personas que quieran ver un ejemplo de estas declaraciones, aquí les dejamos el siguiente enlace. https://cnnespanol.cnn.com/2019/05/03/la-declaracion-completa-del-grupo-de-lima-sobre-la-crisis-en-venezuela/
Pero la diferencia la marcó EEUU en la última “Conferencia Internacional por la Democracia en Venezuela”, convocada por el Grupo de Lima, hace solo unos días donde se dio lugar a varias horas de debates entre países que apoyan a Juan Guaidó. El asesor de Seguridad nacional de la Casa Blanca, John Bolton, cuestionó los diálogos en Barbados y dijo entre otras cosas que “la única intención del presidente en disputa, Nicolás Maduro, en participar en las negociaciones es ganar tiempo. “El tiempo del diálogo terminó”. Claro y sin retórica. https://www.voanoticias.com/a/posturas-encontras-sobre-dialogo-maduro-conferencia-venezuela-lima/5031689.html
La diplomacia y la retórica detienen las acciones, entendemos que hay tiempos para todo, en el caso de Venezuela, los tiempos se terminaron, llegó la hora de tomar acciones, el Grupo de Lima conoce muy bien la tragedia de Venezuela porque precisamente la tragedia les está llegando a sus países. ¿Acaso quieren otros cuatro millones de venezolanos repartidos en sus países?
Esto se detiene solo con acciones enérgicas, concretas y contundentes, no más diálogos, no más tiempo para Maduro y sus secuaces, es hora de ponerse de acuerdo con Guaidó y tomar las decisiones que se necesitan.
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