Es necesario impulsar una reforma cultural fiscal ya, en lugar de más reformas fiscales en Costa Rica

» Por Adriana Vega Ballestero - Estudiante de la Universidad Nacional

Desde tiempos inmemoriales el término “impuesto” ha sido satanizado dentro de las sociedades. Esto debido al escenario que rondaba esta práctica. Por un lado, las clases más desposeídas vivían en un constante estrujamiento económico; mientras que las clases más acaudalas eran vetadas de estas imposiciones de pago. Todo para que los monarcas vivieran holgadamente y su pueblo en extrema pobreza. Este tipo de eventos acarreó que los ciudadanos vieran el pago de impuestos, como una forma de sometimiento libre de beneficio, pues éste solo estaba dirigido a las clases poderosas.

A pesar que el panorama anterior fue un hecho, el pago de impuestos desde la conformación de los Estados, ha sido el medio por el cual estos han podido llevar sus objetivos. Esta nueva posición estatal, motivó a que se creará una bipolarización del mundo fiscal en las ciudadanías. En el caso de los ciudadanos de los países centralizados, han creado una conciencia fiscal, en la cual saben que la cantidad y calidad de su infraestructura, sin olvidar sus servicios sociales; está ligado directamente al pago de estas tasas impositivas, que en muchos casos son muy elevadas. Sin embargo, a pesar del costo de impuestos, estos lo pagan sin problemas, por la calidad de vida que obtienen a cambio, dado esto; sienten que el evadir es más un “crimen social “que tributario, pues ese evasor no le está robando al Estado, si no al pueblo mismo. Es por esto último, que si algún ciudadano al darse cuenta de esta práctica por parte de alguien, procede a denunciarlo de forma inmediata, ya que permitir esta práctica es una forma de “masoquismo social”.

Por el lado de los países periféricos, el concepto de evasión toma una connotación positiva. Este es el caso de Costa Rica, aquí el evadir es considerado un deporte nacional. Tal es así; que, al enterarse de las prácticas de algún evasor, se le apoya y hasta se le ve con gracia, a su vez; en la mayoría de los casos se pide al evasor que comparta las técnicas empleadas, para continuar con la bola de nieve. A los costarricenses, no les gusta contribuir al fisco, pero exigen que no se les merme de los beneficios sociales, y en muchísimos casos haciendo abuso desmedido de ellos. De igual manera, se vive en un estado de inconformidad ante las condiciones en las cuales se encuentra la infraestructura del país, especialmente las carreras con una obsolescencia superior a los cuarenta años. No obstante; cuando se planteó la reforma fiscal, la ciudadanía consideraron que el tema no era de su interés, hasta que se reforma se llevó al plenario. Lo que llevó a una paralización del país con protestas, en una negativa a pagar, en conjunto a esto; tampoco estaban dispuestos a ceder beneficios, que les han sido otorgados por años. Aunque eso signifique llevar a la quiebra al país.

Los costarricense se han desasociado de la responsabilidad tributaria que tienen con el país. Y ante esto, surge la pregunta ¿Quién es el culpable de este comportamiento? A criterio personal, diría que el Estado mismo. Ya que; la única educación fiscal a la que se tiene acceso es propiamente en los hogares. Y estos, lamentablemente tienen en su mayoría, por un tema cultural; una posición en contra de pagar impuestos. El Estado debe de interceder de forma inmediata en ese tipo de culturalización, a propiciar a una más responsable y vinculante en temas fiscales para la población en general. Debe de utilizar el aparato educativo, para cambiar esta posición tan perjudicial para la sociedad. Este podría establecer un curso obligatorio de “materia fiscal” en la escuelas, colegios y universidades, tanto públicas; como privadas. En la cual, se deba enseñar sobre la importancia del aporte fiscal para los intereses del país, sin olvidar; la educación financiera, así; como los derechos y obligaciones de los contribuyentes. Con esta formación, los contribuyentes van a tener las herramientas de conocimiento suficiente, para aportar a las arcas estatales y evitar caer en sobreendeudamientos. Además, esta nueva culturalización va posicionar a los nuevos educados, como líderes de causa, para que otros en sus entornos, cambien su percepción sobre el aporte tributario. Esto último, tiene un impacto muy positivo, pues una población unida y contribuyente a las arcas estales; tiene todo el derecho de exigir que su infraestructura y servicios sean de la más alta calidad.

Es necesario impulsar una reforma cultural fiscal de manera inmediata; dado que; la actual cultura del costarricense es totalmente contraproducente. Tanto es así; que por más reformas que se aprueben, sino se cambia ese pensamiento de” el no pagar impuestos me beneficia y no me perjudica” nunca le va a poder permitir al Estado llegar al tan apreciado saneamiento de sus finanzas públicas. Y aunque muchos consideren que este cambio de cultura no es posible, en lo personal no lo comparto. A groso modo, utilizo la actual responsabilidad ambiental, que cada día está más intrínseca en la cultura del costarricense. Años atrás, se consideraba que el ser comprometido con el ambiente, era algo bueno, no obstante; hoy en día los costarricenses lo consideran vital y que el incumpla con este precepto, es denunciado y señalado sociales como el peor de los criminales

Es hora que el estado asuma su responsabilidad como ente representativo del país y se vincule de forma intensiva, a fomentar esta nueva reforma cultural. De igual manera; es importante que los ciudadanos costarricenses, así como la empresa privada; entiendan que el pagar impuestos no significa un gasto, todo lo contrario; es una inversión a corto, largo y mediano plazo. Pues entre mejor infraestructura haya, menores son los tiempos de espera, colapso vial y daño en los vehículos. En el caso empresarial, con una mejor inversión de activos fijos como puentes, puertos, entre otros; la logística empleada por estas para desarrollar sus operaciones productivas, van a ser más eficientes, lo que se traduce en mayor competitividad y mayor retribución de utilidades. El costarricense, debe dejar de ver impuestos como algo dañino, es hora que los ciudadanos, asuman su responsabilidad, y aporten a la captación publica, denuncien la evasión y ayuden a mejorar la calidad de vida de todos en general.

Referencia Bibliográfica

Diario Extra. (2020). Vienen fechas importantes para pago de impuestos IVA, renta y cambios a registro de beneficiarios finales [Imagen]. Recuperado el 7 de junio de 2021, de https://www.diarioextra.com/Noticia/detalle/428665/vienen-fechas-importantes-para-pago-de-impuestos.

Los artículos de opinión aquí publicados no reflejan necesariamente la posición editorial de EL MUNDO. Cualquier persona interesada en publicar un artículo de opinión en este medio puede hacerlo, enviando el texto con nombre completo, foto en PDF de la cédula de identidad por ambos lados y número de teléfono al correo redaccion@elmundo.cr, o elmundocr@gmail.com.

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