Con el circo que nos regaló Pilar Cisneros y Baruch se hace necesario conocer un poco más del detector de mentiras. Se le llama máquina de la verdad o polígrafo que mide las respuestas fisiológicas como presión arterial, el ritmo cardíaco, la frecuencia respiratoria, estímulos nerviosos y la respuesta galvánica o conductancia de la piel, generadas ante determinadas preguntas que se realizan al sujeto sometido a la prueba. Sus resultados han sido negativos. Su repetida incapacidad para detectar a espías notorios a lo largo de décadas ha hecho que científicamente sea considerado un fraude o una forma de pseudociencia. Pese a que es usado por instituciones de alto prestigio como la Academia Nacional de Ciencias de Estados Unidos o la Asociación Estadounidense de Psicología. Y es que este circo continuará unos días más y si la prueba da negativa los defensores del club pilaresco dirán que el aparto fue manipulado por el poder económico y la prensa canalla y si da positivo los detractores del club dirán que la máquina la manejo Nogui Acosta. Medite y razone su respuesta porque hay científicos que mienten y los políticos casi todos.
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