El conocimiento de las cifras históricas de abstencionismo en las elecciones municipales es un motivo de grave preocupación, por cuanto en muchos de los 82 cantones de Costa Rica, los gobiernos municipales los han elegido pequeños porcentajes de la población.
Delegando por parte de la mayoría de la población, esta responsabilidad democrática, en porcentajes minoritarios que si asisten a las urnas durante el mes de febrero cada cuatro años.
Pero ¿Por qué me tiene que importar elegir a los gobiernos locales? O informarme sobre si mis candidatos o personas a elegir se encuentran al menos mínimamente preparados para desempeñar de forma correcta un trabajo como lo es la administración de los intereses del cantón en donde habito.
Que en un cantón exista calidad de vida, bienestar general, equilibrio y desarrollo económico, carreteras decentes, movilidad urbana, protección del medio ambiente, protección de la educación, seguridad en los lugares de vivienda, sitios de trabajo, de compras, de descanso y recreación, así como la calidad de estos servicios y muchos otros más, va a depender en gran medida, del funcionamiento, el liderazgo y la capacidad incluyendo el presupuesto y la correcta administración de este, que tenga cada gobierno local.
En Costa Rica tenemos 82 ejemplos muy distintos de municipalidades, y en el mundo existen infinidad de ejemplos, en donde, una buena gestión municipal puede hacer cosas grandiosas, como activar el turismo de un lugar, proteger los recursos naturales, cambiar radicalmente la situación y percepción de seguridad o inseguridad ciudadana, desarrollar programas para las juventudes, mejorar centros educativos, facilitar el acceso a la educación a las poblaciones vulnerables, crear programas de resiliencia y acciones concretas contra la emergencia climática que vivimos actualmente.
Yo personalmente vivo en el distrito de Aguas Zarcas del Cantón de San Carlos, cuando estudiaba en la universidad veía siempre con mucho orgullo un rotulo que se encontraba colocado en los límites de Zarcero y San Carlos, que decía: “Usted está ingresando al Cantón más productivo del país”
Después de ver el accionar de muchas municipalidades en Costa Rica, yo esperaría que el Cantón más productivo del país, o uno de los cantones más productivos, tuviese aceras en todas o casi todas sus calles cantonales, tuviese mecanismos de movilidad que fomentaran el deporte en todos sus distritos, impulsara mecanismos efectivos orientados al combate a la crisis climática y prevención efectiva de emergencias, desarrollara el turismo como un eje esencial en todos los distritos con ese potencial en el cantón, tuviese programas integrales de seguridad en todos sus distritos y muchos otros servicios, que hoy parecen algo quizá lejano y ajeno a la realidad del cantón en donde habito, pero, que son esenciales y pueden empezar por una correcta gestión de los gobiernos locales.
Y se que la frustración que siento, no se encuentra únicamente en San Carlos, sino que esta es la realidad de millones de personas en muchos de los 82 cantones de Costa Rica, que sabemos que la plata si existe y que en muchas ocasiones nuestras municipalidades si cuentan con los recursos, pero, que la satisfacción del interés público no es en muchos casos la meta principal de algunas administraciones y funcionarios de algunos gobiernos locales.
En mi experiencia en muchos cantones en Costa Rica, he encontrado varios ejemplos de funcionarios municipales y de representantes políticos en las Municipalidades, por alguna parte me he encontrado con funcionarios y representantes políticos mal preparados y que incluso teniendo la posibilidad de formación y actuación conforme al bloque de legalidad, lo menosprecian, y a la vez me he encontrado con funcionarios públicos y representantes políticos excepcionales, que en sus casos con pocos recursos económicos y políticos hacen cambios significativos desde sus trincheras.
Es importante salir a votar el próximo 04 de febrero del 2024 en nuestros cantones, pero es vital, hacerlo como una decisión razona, en donde podamos analizar si a quienes impulsemos a administrar los servicios e intereses locales tienen en sus intenciones nuestros intereses como ciudadanos y que tengan el conocimiento, herramientas y responsabilidad mínima para administrar algo tan fundamental y con tantas implicaciones para nuestra vida cotidiana, como lo es un gobierno local.