“Tenemos un sistema que cobra cada vez más impuestos al trabajo y subsidia el no trabajar”. Milton Friedman, premio nobel de economía 1976.
Somos una comunidad que produce en grande, pero lamentablemente recibe muy poco, eso se evidencia en los indicadores económicos y sociales de Limón; hemos sido por décadas la cenicienta de Costa Rica, la provincia olvidada por los gobiernos de turno, abandonada a la suerte de lo que “mamita Japdeva” genere o deje de generar, de la benevolencia que se pueda aprovechar de gobiernos municipales de turno y de multinacionales que han tropicalizado su filantropía en robustos programas de responsabilidad social empresarial, asumiendo así, un rol que le correspondía al otrora Estado de bienestar.
Administración tras administración, campaña tras campaña y candidato por candidato se escuchan promesas que al final se convierten en menos oportunidades para todos los limonenses, casas, bonos, becas, parques, calles marginales y todo tipo de ofrecimientos relacionados con asistencia social e infraestructura recreativa que no da ese valor agregado a la producción. Sin embargo no ha llegado, aun, ese visionario o visionaria a ofrecer de manera enfática y contundente y abordar el problema real que aqueja al limonense de hoy, que le permita desamarrar esas trabas y complejidades del estatismo y del conformismo burocrático; dicho esto me refiero a todas las oportunidades perdidas para el desarrollo de nuestra provincia, pues es prohibido olvidar que el proyecto de Limón Ciudad Puerto, que por años fue el proyecto estrella para esta tierra, fue desaprovechado por una artimaña mas parecida a un monumento a la ineficiencia que a un estricto control interinstitucional.
Hoy, después de haber sorteado por años ineficiencia en administraciones, promesas politiqueras y fugas de inversión y de capitales en nuestra provincia, y aun luego de conocer de primera mano como en otras regiones de nuestro país se gasta a manos llenas para el desarrollo de las comunidades y los vecinos, el gobierno PAC de Luis Guillermo Solís Rivera pretende de una manera insistente y majadera aprobar un proyecto de incremento en impuestos, y duras sanciones para quienes compren libremente en la frontera tal y como lo hemos hecho por años con nuestros hermanos de Changuinola y Guabito en Panamá. Es difícil poder explicar a un indígena, o un adulto mayor, madres solteras o niños de las comunidades aledañas que ya no pueden ir a comprar libremente sus víveres mas baratos “al otro lado” como usualmente lo hacían; o cerrarle las puertas a aquellos que deseaban emprender porque ya no pagarían un impuesto del 13% sino que ahora seria del 15%, mas cargas sociales, rentas, impuestos municipales y demás cargas que absorberían entre todas mas de 60 colones por cada 100 que genere un empresario.
Es que acaso como limonenses nos quedaremos callados ante este atropello? Será que debemos anteponer el producto de nuestro esfuerzo para subsidiar la falta de pericia del gobierno en otras comunidades del país? O es que hay una miopía generalizada en Limón que no nos permite ver que elevando impuestos hacemos la encarecida vida en Limón aun mas cara, con menos opciones de empleo, y peor aun, con menos dinero en nuestros bolsillos….. El impuesto mas injusto para Limón no es solo eso que nos empobrece ante un Estado que ha demostrado ser voraz gastando, sino que a pesar de enriquecerse a costas de esta bendita tierra que es Limón, no hace mas que saquearnos sin devolvernos nada…. Wake up Limón!, no permitamos este atropello, no cambiemos oro por espejos, menos impuestos, mas apertura comercial, menos trabas burocráticas y un Estado menos interventor es igual a mas inversión, mas empleos y mas riqueza para todos los limonenses.
*Estudiante de Ciencias Políticas AIU-South Florida, USA. Especialista en Temas de Comercio Exterior, Logística Internacional y derecho comercial internacional, egresado de Administración Aduanera, Comercio Exterior y Derecho en Costa Rica, con más de 10 años de experiencia en el sector aduanero, portuario y logístico centroamericano.
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