En un mundo cada vez más digitalizado, la incorporación de la tecnología en la vida cotidiana es una necesidad ineludible. Sin embargo, durante mucho tiempo se ha escuchado el mito de que los adultos mayores son reticentes o incapaces de adaptarse a estos avances.
Hoy, gracias a investigaciones como el Estudio Nacional sobre Uso, Acceso y Motivación de Adultos Mayores por Tecnologías de la Información y Comunicación de la Asociación Gerontológica Costarricense (Ageco) y a nuestra experiencia en la en la Sociedad de Seguros de Vida del Magisterio Nacional, podemos desmentir esta creencia y celebrar el crecimiento significativo del uso de la tecnología entre la población de mayor edad en nuestro país.
A través de las diferentes herramientas que tenemos a disposición, hemos experimentado un aumento del 20% en la interacción digital de los adultos mayores desde el año 2020. Este dato, respaldado por el estudio de Ageco anteriormente mencionado, que revela que el 86% de las personas mayores de 60 años utilizan Internet y dispositivos electrónicos, termina de erradicar los prejuicios arraigados sobre la resistencia de este grupo demográfico hacia la tecnología.
Es esencial reconocer que este cambio no ha ocurrido de manera espontánea, sino como respuesta a un contexto desafiante, marcado por la pandemia. La necesidad de mantenerse conectados y realizar trámites a distancia ha sido un impulsor fundamental para que los adultos mayores se aventuren en el mundo digital. La pandemia actuó como catalizador, impulsando a las personas a familiarizarse con herramientas tecnológicas para comunicarse y realizar gestiones cotidianas.
Hemos visto también un incremento en el uso de plataformas de comunicación como Teams o Zoom entre los adultos mayores ha sido notable. Estas herramientas no solo han facilitado la interacción social y familiar, sino que también han abierto nuevas oportunidades de aprendizaje y capacitación virtual.
De la misma manera, en nuestra organización actualmente vemos cómo un 40% de las transacciones generales son realizadas por personas mayores, destacando la importancia de contar con estudios de experiencia del usuario que nos ha permitido adaptar los servicios digitales a las necesidades de este segmento de la población.
Sin embargo, este avance no está exento de desafíos, especialmente en lo que respecta a la seguridad en línea.
Es fundamental que los adultos mayores se informen y adopten prácticas seguras al utilizar la tecnología como:
- Verificar la autenticidad de los sitios web.
- Evitar abrir enlaces desconocidos.
- Activar medidas de seguridad en sus dispositivos.
La capacitación constante en el uso seguro de la tecnología es clave para prevenir fraudes y proteger la privacidad de los usuarios.
El estudio de Ageco resalta que el acceso a las tecnologías de la información y la comunicación no solo facilita el envejecimiento activo, sino que también promueve el desarrollo personal y social de las personas mayores. La tecnología brinda herramientas para mantenerse informados, participar en la sociedad y establecer conexiones significativas, tanto con sus pares como con generaciones más jóvenes.
En este sentido, la Sociedad de Seguros de Vida del Magisterio Nacional juega un papel crucial al desarrollar servicios digitales accesibles y seguros para todos sus asociados. A través de los estudios de experiencia mencionados anteriormente y que están centrados en las necesidades de los clientes, la institución ha logrado ofrecer una amplia gama de recursos que facilitan el acceso y la realización de trámites en línea, garantizando una experiencia positiva para todos los usuarios, independientemente de su edad.
En síntesis, podríamos afirmar que el avance del uso de la tecnología entre los adultos mayores es una realidad innegable que desafía los estereotipos y enriquece la vida de esta población. Es responsabilidad de toda la sociedad promover la inclusión digital y brindar el apoyo necesario para que las personas mayores puedan aprovechar al máximo los beneficios que ofrece la era digital. En un mundo cada vez más interconectado, la diversidad de edades en el ámbito tecnológico es un reflejo de una sociedad inclusiva y en constante evolución.