ESENCIA - COLUMNA DE OPINIÓN

El aroma de la Democracia cuando es “traicionada”

Cuando decidimos evaluar la estela histórica de Costa Rica como un país ejemplar en su desarrollo social y político, definitivamente hay que hacer a un lado la “subjetividad y la mezquindad”.

Antes de continuar con la nota de hoy, quiero agradecer a Dios en primer lugar, al excelente equipo profesional de trabajo de este medio digital elmundo.cr que manifiesta una clara y contundente madurez periodística y abanderado de la verdad, y a ustedes estimados lectores, por permitirnos llegar el pasado 1 de julio del presente, a los tres años de esencia. Semana a semana es una oportunidad para compartir nuestra posición y lectura del diario vivir en un escenario que considero bello, impredecible y solidario, la política.

Nuestro país vive hoy un ambiente de expectación y sana esperanza en un amplio sector de la ciudadanía, así como la incertidumbre y pesimismo en otro grupo que, pareciera, se siente amenazado, sacudido y “poco comprendido” por las autoridades de gobierno.

El Fundamentalismo Democrático. Democracia y corrupción, título del libro del autor Gustavo Bueno Martínez, a quién algunos medios lo han señalado como uno de los mayores filósofos españoles del siglo XX e inicios del XXI, es una fuente de lectura muy atrayente para aquellos que nos gusta indagar y conocer los diferentes puntos de vista cuando se desea detectar o diagnosticar el “estado de salud” de los regímenes democráticos que son víctimas de los “abusos, privilegios y saqueos indiscriminados de la burocracia en manos de insolventes morales.

Las palabras como autoritarismo, populismo, dictadura, transparencia, república y democracia, entre muchas otras, aparecen a diario en los diferentes foros mediáticos, muy seguidos por la población costarricense. La RAE nos brinda las siguientes definiciones, autoritarismo: “Actitud de quien ejerce con exceso su autoridad o abusa de ella. Régimen o sistema político caracterizado por el exceso o abuso de autoridad”. Dictadura: Gobierno que, bajo condiciones excepcionales, prescinde de una parte, mayor o menor, del ordenamiento jurídico para ejercer la autoridad en un país. Gobierno que en un país impone su autoridad violando la legislación anteriormente vigente”. Y democracia la determina así: “Sistema político en el cual la soberanía reside en el pueblo, que la ejerce directamente o por medio de representantes. Forma de sociedad que reconoce y respeta como valores esenciales la libertad y la igualdad de todos los ciudadanos ante la ley”.

La Suiza Centroamericana disfruta de una democracia plena y de las más sólidas y reconocidas del orbe. Sin embrago, debemos de mantenernos serenos y muy cautos cuando detectemos vicios de desestabilidad, provenientes de la desinformación, subjetividad y la manipulación mediática, fortalecida por la posible distorsión de acontecimientos que mueven el día a día de nuestro país.

Es de suma importancia y preocupante la forma que “presentaron y sobredimensionaron” algunos medios de comunicación un hecho aislado sucedido en la Asamblea Legislativa recientemente cuando un “ciudadano” vociferó, insultó y se quitó la camisa, cual vivo ejemplo del pachuquismo, en el espacio para los visitantes. Conozco la excelente labor de todo el equipo de funcionarios que tienen a cargo la seguridad de la Asamblea Legislativa y no dudo que están valorando los porqués de lo sucedido, para que no se vuelva a presentar un hecho similar.

Informar y realizar llamados de atención ante situaciones como la que relatamos es válido y necesario. Lo que no debemos tolerar es la irresponsabilidad de fomentar dudas y especular que la reacción del individuo en cuestión es una consecuencia de las acciones y posiciones del presidente de la República, ¡eso es peligroso!

La paz social que nos heredaron nuestros ancestros es causa de admiración en la mayoría de países del orbe y en poquísimas ocasiones es “cuestionada y criticada” por gobernantes pocos sesudos que anhelan ver caos y confrontación en Costa Rica.

Los dimes y diretes relacionados a la frase de moda y trillada “discursos de odio” y utilizada por reconocidos actores, los continuos ataques que evidencian una violencia política desmedida y sin escrúpulos y la poca capacidad para realizar profundos cambios y análisis de los hechos “torcidos y abusivos” de nuestra administración pública, son síntomas de un desgaste evidente en la forma de gobernar de nuestras autoridades en los más recientes 25 años. Esta erosión genera el hastío ya casi crónico en nuestros habitantes y el aroma fétido cuando se empieza a limpiar y ordenar nuestra casa, Costa Rica.

¿Habrá posibilidad de entendimiento entre Rectores y el Gobierno ante el tema del FEES? ¿Se divulgarán resultados de más encuestas que evaluarán la gestión del presente gobierno y el papel de la oposición a más de un año de la Administración Chaves Robles? De lo anterior, y más hablaremos la próxima semana, Dios primero.     

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Sobre el autor:

El autor es Licenciado en Relaciones Internacionales. Asesor Legislativo, analista político internacional. Además elabora procesos de capacitación política, desarrollo comunal y administración. maumazu208@gmail.com.

Los artículos de opinión aquí publicados no reflejan necesariamente la posición editorial de EL MUNDO. Cualquier persona interesada en publicar un artículo de opinión en este medio puede hacerlo, enviando el texto con nombre completo, foto en PDF de la cédula de identidad por ambos lados y número de teléfono al correo redaccion@elmundo.cr, o elmundocr@gmail.com.

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