La problemática de la deserción o abandono escolar del sistema educativo costarricense es motivo de preocupación para las autoridades nacionales tanto del Ministerio de Educación Pública (MEP) así como de otras instituciones. El país está haciendo un estudio para ayudar a la comprensión y explicación de ese fenómeno. Pero algunos expertos consideran que el problema es complejo y con muchas aristas que difícilmente se podrá combatir en toda su extensión y profundidad por medio de procesos de investigación. Unas de las principales consecuencias es el factor económico en donde se destaca que la pobreza esta presente en las familias de los muchachos que abandonan los estudios. Para el país genera elevados costos sociales y económicos. Los adultos que abandonan el estudio de noche derivan que se dispone de una fuerza de trabajo menos competente y más difícil de calificar y su efecto en el crecimiento económico. En el caso de niños y adolescentes, el precio de la deserción escolar es advertido cuando el ocio, la sustracción de los ambientes controlados por la disciplina y la indefinición de objetivos productivos, inciden en la construcción de entornos inseguros, propios para la generación de climas de violencia y la comisión de actos delictivos. Muchos de ellos se van a ganar dinero fácil con el sicariato y narco tráfico. No les interesa la integración a la sociedad y tienen gran susceptibilidad a incurrir en conductas de riesgo sin importarles la vida de los demás y de su propia vida.
Pero analicemos un poco las causas de la deserción que son muchas: pobreza familiar, desigualdad social, búsqueda de trabajo para ayudar en el hogar, problemas familiares (padres alcohólicos o drogadictos), embarazo, maternidad, violencia intrafamiliar, drogas, poco desempeño escolar, falta de interés del estudiante y de los padres de familia por el estudio.
¿Cuáles son las consecuencias? Aparte del aumento de los crímenes hay mayores costos de salud, viven en gran medida de la beneficencia y la asistencia pública, tienen poco interés en votar o involucrarse en actividades cívicas; lo que aumenta el abstencionismo y debilita la democracia.
¿Cómo prevenir el abandono de clases? Que el estudio sea atractivo, cubrir necesidades básicas, enseñar diversos temas, no quedarse únicamente con lo que se obtenga en el aula, estimular el desempeño académico y favorecer buenos ambientes para una reinserción en caso de haber tomado la decisión de abandonar. El problema se debe atacar desde la familia, el centro educativo, los profesores y los estudiantes, subir condición económica de los progenitores con planes serios de activar la economía, eliminar problemas de conducta o de consumo de alcohol o drogas por parte del estudiante, evitar familias desestructuradas, evitar el maltrato o violencia doméstica, subir el rendimiento escolar, mejorar la preparación de los maestros y profesores, reactivar la economía del país, dar las condiciones para que los distintos actores del sistema escolar puedan realizar un trabajo activo en promover trayectorias positivas, fortalecer sistemas de detección oportuna de estudiantes en riesgo de exclusión escolar, fortalecer el trabajo tanto en tiempos de clases a distancia como presenciales, establecer programas de reinserción, reingreso y retención escolar. Nuestros gobiernos se han olvidado de hacer un plan serio para reactivar la economía y les interesa más quedarle bien a los organismos internacionales para continuar pidiendo préstamos, emitiendo bonos o poniendo impuestos.