Edificio legislativo en armonía con el ambiente

» Por Antonio Ayales Esna - Director Ejecutivo Asamblea Legislativa

Con gran interés he leído los últimos días comentarios de todo tipo acerca de la construcción de la nueva sede de la Asamblea Legislativa. Llama poderosamente mi atención la forma en la que algunos costarricenses perciben con desdén los proyectos de sus instituciones.

Han tenido que pasar 61 años para que la Asamblea Legislativa por fin deje atrás una infraestructura que no da más. A lo largo de todo este tiempo se han alquilado y adquirido edificaciones que no fueron concebidas con la idea de funcionar como oficinas. Es así como se han utilizado apartamentos (Lamm), colegios (Sion), universidades (antiguas UACA y UAM), casas (Casa Rosada), fortines, etc., todo menos el concepto de lo que debe ser un Parlamento. Pesan sobre los edificios legislativos, incesantes órdenes sanitarias, estudios de vulnerabilidad, diseños inapropiados y sobre todo un sabor a que el Parlamento costarricense es un amasijo de pasillos sin una lógica estructural.

La mayoría de países del mundo reflejan su pensamiento, su identidad y visión de mundo en las instituciones del Estado. Desafortunadamente quienes tienen que transitar todos los días por estos edificios pueden confirmar la condición deplorable e inapropiada en la que se encuentran. Recordemos que el Parlamento es visitado diariamente por cientos de costarricenses, representantes de todas las naciones, diplomáticos, observadores internacionales, periodistas, estudiantes, turistas y una serie de personas que se irán, seguramente, con una descolorida imagen del lugar donde nace la democracia costarricense.

La obra pública en Costa Rica no es cuestión de decir y hacer; es necesario someter los proyectos a un escrutinio transparente e intenso, y contar con una innumerable cantidad de permisos; se enfrentan retos muy difíciles de explicar en este espacio. Si le pidiera a diez personas diseñar un edificio, sin duda, tendríamos sobre la mesa más de diez opiniones diferentes. No olvidemos que el Parlamento es único en su género, no es un centro comercial que debe lucir escaparates; por ende, su estética difiere de cualquier edificación, sus requerimientos son específicos. Precisamente, lo que se busca es funcionabilidad, que sea amigable con el ambiente y sobre todo, que cumpla con todos los requerimientos de seguridad de una edificación moderna.

Considero importante que el estimado leyente conozca las características propias de la nueva edificación. El diseño de la nueva sede legislativa busca, precisamente, optimizar el uso de vidrio para favorecer la demanda energética, disminuir las emisiones de CO2 y aumentar el confort térmico de los usuarios. Bajo el principio de transferencia térmica de masas, el edificio legislativo economizará energía de la misma forma como una casa colonial lo hace al tener paredes gruesas, techos de teja y patio central, por ende, el uso de aires acondicionados será sustancialmente menor.

En ese sentido, y muy acorde con nuestro criterio, el alcalde de Nueva York, Bill de Blasio, en una entrevista de principios de este año, impulsa la prohibición de construir nuevos rascacielos de cristal en la ciudad, como parte de sus esfuerzos por reducir la emisión de gases de efecto invernadero. Considera el alcalde que los rascacielos con fachadas de cristal son “increíblemente ineficientes”, debido a la cantidad de energía que se escapa por los vidrios.

Vemos entonces que la crítica más incisiva al diseño del nuevo edificio, irónicamente responde a una responsabilidad con el medio ambiente y procurar una eficiencia en la demanda energética; podemos encontrar un sinnúmero de ejemplos donde se ha utilizado la piel de concreto en las edificaciones debido a su alta eficiencia: Colegio Federado de Ingenieros, edificio principal de la Corte en San José, igual que el Museo del Jade, etc. A nivel conceptual, el revestimiento de concreto representa la fortaleza de la democracia costarricense y en el interior, el uso del vidrio por doquier simboliza la transparencia que debe imperar en todo Parlamento.

La infraestructura del diseño contempló, entre otras cosas, que la sala de sesiones del Plenario Legislativo estuviera en el piso más bajo del nivel de calle como símbolo de la democracia costarricense, destacando que los legisladores fueron electos por el pueblo costarricense y a ellos se deben, razón para entender que deben velar por la protección de los intereses de quienes los eligieron como acto primordial de su labor.

El proyecto desde su concepción original buscó aumentar el uso de materiales y sistemas constructivos verdes, así como la eficiencia energética y el aprovechamiento del agua freática y pluvial y llevar a cabo una evaluación comparativa con edificios similares en zonas climáticas similares en Estados Unidos de América, plantear el uso potencial de energía renovable a través de incentivos nacionales e internacionales que permitan garantizar la recuperación de la inversión, y aplicar criterios de referencia internacionales como lo son las normas ISO sobre calidad y normativa de los Requisitos para Edificaciones Sostenibles en el Trópico (RESET), criterios de evaluación nacional RESET con niveles de referencia y zonificaciones para lograr un diseño bioclimático y carbono neutral lo más sostenible posible.

Muy diferente a la realidad actual, todos los diputados contarán con oficinas en espacio, diseño y mobiliario en igualdad de condiciones; los departamentos involucrados en el proceso de formación de la ley tendrán facilidades para desarrollar su labor de manera más eficiente; habrá una barra de público con capacidad para 200 personas y una barra de prensa con todas las facilidades que los profesionales en comunicación requieren; contará con una certificación en los requerimientos de la Ley 7600 Ley de Igualdad de Oportunidades para las Personas con Discapacidad; recibió el premio otorgado por el Colegio Federado de Ingenieros y Arquitectos (CFIA) de Bandera Azul Ecológica como modelo de construcción sostenible, el ciudadano que transite por la plaza pública que se construye sobre calle 15 podrá tener vista directa a las sesiones del Plenario Legislativo, sin necesidad de ingresar al inmueble. Esta edificación vendrá a darle continuidad al circuito cívico y armonía al conjunto arquitectónico de edificios públicos presente en esta parte de la ciudad de San José.

En fin, cada detalle presente en este edificio ha pasado por un proceso minucioso de consenso y de análisis por parte de expertos profesionales en arquitectura e ingeniería que tienen los conocimientos, atestados y experiencia suficientes para tomar las decisiones que más convienen a los intereses institucionales. Recordemos que el inmueble está siendo construido en terrenos propiedad de la Asamblea Legislativa y que, en primera instancia, pertenece al Fideicomiso BCR-Asamblea Legislativa, será alquilado por 17 años; concluido ese plazo, tanto el edificio como su contenido interno, pasarán a ser patrimonio legislativo.

Winston Churchill dijo que construir puede ser tarea lenta y laboriosa de años y destruir puede ser el acto irreflexivo de un solo día. Provechoso sería que se reflexione acerca de temas relevantes y que atiendan a los intereses de la población; tal es el caso de del sistema de selección y elección de los candidatos a diputados, la reglamentación del régimen disciplinario, la carrera parlamentaria y muchos otros de interés nacional. En realidad, el aspecto del edificio no sustituye la necesidad de analizar tanta temática importante para el país. Nuestras energías deberían estar enfiladas hacia análisis que fortalezcan el sistema democrático costarricense y sí, son bienvenidas las críticas, pero aquellas que construyan y no las que solo son producto de la desinformación y de la necesidad de generar descontento social.

Insto a los costarricenses a informarse acerca de lo que se está haciendo, a no sentirse extraños con respecto a lo que sucede en nuestras instituciones públicas, sino a ser protagonista de sus procesos, los invito a que, con verdadero patriotismo, defendamos lo nuestro y construyamos todos juntos nuestra identidad, sintámonos orgullosos de lo que hacemos porque está hecho con el firme convencimiento de que es un aporte a las nuevas generaciones. Hacer es muy difícil, pero siempre será una simiente sobre la que nuestros hijos deberán erigir obras mayores.

Los artículos de opinión aquí publicados no reflejan necesariamente la posición editorial de EL MUNDO. Cualquier persona interesada en publicar un artículo de opinión en este medio puede hacerlo, enviando el texto con nombre completo, fotocopia de la cédula de identidad por ambos lados y número de teléfono al correo redaccion@elmundo.cr.

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