Todo el orbe enfrenta una las más fuertes “calamidades” que nunca antes percibió con tanta magnitud, la guerra entre grupos de poder con aliados arraigados como son la mentira y la verdad.
La RAE define mentir así: “Decir o manifestar lo contrario de lo que se sabe, cree o piensa. Inducir a error. Fingir, aparentar. Falsificar algo. Faltar a lo prometido, quebrantar un pacto”. Y desinformar: “Dar información intencionadamente manipulada al servicio de ciertos fines. Dar información insuficiente u omitirla”.
Costa Rica no está exenta a sufrir los embates de esta ola de desinformación. A lo interno, es harto decirlo (pero necesario), el golpe constante entre posiciones oficiales del gobierno y sectores contrarios a la administración Chaves Robles, nos presenta a diario un panorama del “estira y encoje” donde pseudo verdades y posibles estrategias de manipulación de la información, aparecen con el fin de minar o debilitar el accionar de las políticas públicas.
Es necesario recomendar, un vistazo al menos, de la reciente Encuesta sobre libertad de expresión y confianza en medios de comunicación (2023). Esta primera entrega es realizada por El Programa de Libertad de Expresión y Derecho a la Información (PROLEDI), en alianza con el Centro de Investigación y Estudios Políticos (CIEP) de la Universidad de Costa Rica.
Los resultados de dicho estudio no parecen sorprender (al menos a este servidor), máxime cuando es constante nuestro llamado al manejo objetivo, serio y veraz de la información referente a temas de relevancia para el ciudadano, ligados a la realidad política y gestión del gobierno actual. Estos resultados son consecuencia del ambiente de inquietud que sufrimos los que convivimos en este bello país.
Llama la atención los porcentajes obtenidos en temas específicos de la encuesta. Por ejemplo, ante la expresión: “los medios de Costa Rica siempre dicen la verdad”, el 71% manifestó NO estar de acuerdo. Otro resultado, según las frases utilizadas por el sondeo, es el siguiente: “los medios de Costa Rica solamente responden a los intereses de sus dueños”, aquí el 73% de los consultados dijeron estar de acuerdo con el modismo.
En las páginas 19 y 20 del Resumen Ejecutivo, se evidencia un resultado muy acorde con el hastío y la incertidumbre que vive la ciudadanía. Ante la pregunta, ¿ha evitado de manera consciente ver o leer noticias recientemente?, un 54,14% manifestó que sí y el 45,86% que no. Parte de las causas que inducen a estas personas a NO ver noticias, se lee en el siguiente párrafo: “Frases como “brindan solo mentiras”, “no me parece que la información sea objetiva”, “porque han dejado de ser fidedignas”, “no son confiables”, “porque no tienen credibilidad”, “son tendenciosas” o “emiten noticias falsas” o “porque los periódicos solo dicen las cosas que les convienen “fueron algunas de las dichas en este grupo de respuestas”.
En otro escenario, es preciso entender que la situación actual de crisis en Medio Oriente, luego del ataque e incursión terrorista de Hamás en territorio de Israel, está siendo fuertemente impactada por la plaga de la desinformación. Otra prueba de ello, es la reciente confusión creada ante la explosión en un hospital ubicado en Gaza. El error de articulación en un misil lanzado por los terroristas, fue el que ocasionó la tragedia en el hospital. De inmediato informaciones falsas y malintencionadas culpaban a los israelíes. El gobierno de Israel se vio obligado a desmentir la acusación, incluso con información de inteligencia y vídeos ante autoridades y medios de comunicación internacionales.
La distorsión mediática que sufrimos hoy en el mundo, se manifiesta con bastante fuerza al inicio de la “pandemia” derivada del virus SARS-Cov2. Incluso, desde el mes de abril del año 2020, la ONU en su página de Noticias ONU, empieza a hacer el siguiente llamado: “Los Gobiernos, para contrarrestar los rumores, deberían ser más transparentes y divulgar más datos de manera proactiva”. Punto alto y un reconocimiento, es la sana costumbre de rendir cuentas semana a semana, implementada por la Presidencia de la República desde el inicio de su administración en mayo del 2022.
La profesora Citlali Villafranco Robles en su artículo “El papel de los medios de comunicación en las democracias” menciona: “Como actores políticos, los medios de comunicación juegan un doble papel. Por una parte, son: constructores/voceros de los discursos de las instituciones políticas a partir de las cuales los electores pueden configurar un escenario de posiciones [..] y una segunda función es la de constructores/voceros de la opinión pública a partir de la cual los políticos conforman sus agendas y toman sus decisiones (Carey, 1997: 241)”.
No hay duda, el acceso a la educación y a la información transparente y sincera, disminuye la brecha del conocimiento entre la población. Lo anterior fortalece a los estados democráticos evidenciando gran madurez política.
Ya es hora, por favor, ¡dejen de celebrar el incremento de cifras y porcentajes de las consecuencias negativas que aquejan a nuestro país! ¡Reconozcamos lo bueno y el esfuerzo por limpiar lo sucio! Costa Rica merece hoy más que nunca unión y sensatez para continuar siendo ejemplo ante el mundo. El control político responsable es lo que debemos ejercer para coadyuvar a nuestras autoridades. ¡Patriotismo sin mezquindad!
Según el cronograma electoral 2024, el TSE cerrará la inscripción de candidaturas hoy viernes 20 de octubre del presente. ¿Cuáles partidos políticos que ostentan 2 o más alcaldías lograrán retenerlas? ¿Veremos sorpresas en los resultados con los nuevos partidos como protagonistas? De lo anterior, y más hablaremos la próxima semana, Dios primero.
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Sobre el autor:
El autor es Licenciado en Relaciones Internacionales. Asesor Legislativo, analista político internacional. Además elabora procesos de capacitación política, desarrollo comunal y administración. maumazu208@gmail.com.
