Del socialcristianismo: La Gran Coalición (con responsabilidad ética)

» Por Wellington Arguedas Rodríguez - Socialcristiano

Hace prácticamente tres meses, se realizaron elecciones municipales, y los resultados indican que los socialcristianos (no separados – en gran coalición…juntos -) tendríamos más presencia en los gobiernos de cada cantón: más concejales, intendentes, síndicas, síndicos, regidoras, regidores, alcaldesas o alcaldes. También más presidencias y vicepresidencias municipales. Más mujeres y hombres promoviendo justicia social y bien común; respetuosos de los derechos humanos (sin exclusiones, integrando para la cooperación comunal y social). Sin populismos.

También en las municipales del 2016, pudieron ser más, en más municipalidades. Y, en las nacionales del 18, otros hubiesen sido los resultados: más socialcristianos (sumando).

Eso fue el pasado. El presente y, el futuro inmediato, claman nuestra reflexión. A la fecha: dos gobiernos liberacionistas; más dos gobiernos del PAC… sea 16 años de acciones socialdemócratas.

Reflexión y acciones inteligentes -no “pasionales”-, para que en las elecciones nacionales del 2022 (por el orden económico y la tranquilidad social), triunfe el socialcristianismo. (Porque hay más personas sumando y multiplicando).

Mi humilde experiencia, como ex fiscal general de la Unidad y ex vicepresidente del Republicano, e integrante de asambleas partidarias, me sugiere que, otra vez, sumando y multiplicando, nosotros deberíamos buscar ya: la Gran Coalición del Socialcristianismo. Y, podría ser que ellos – los buenos liberacionistas (por supuesto que hay muchos), los del PLN y los que son del PAC; y personas independientes, o de otros partidos – entre ellos: los cristianos -, también pudieran acompañarnos en esa intención; para evitar sorpresas que dañan la economía y el bienestar general. ¿Conviene o no?

Considero que Costa Rica, requiere de acciones socialcristianas ya probadas (Código de Trabajo, Universidad, CCSS y las Garantías Sociales, de Calderón Guardia; y – entre otras – las relativamente recientes: El Bono Gratuito de la Vivienda, los Hogares Comunitarios, la Ley de Paternidad Responsable, la Ley de Protección al Trabajador. Acciones socialcristianas de sana economía y justicia social.

Creo que es responsabilidad del socialcristianismo, evitar otros desgobiernos. Debemos coordinar… son más las coincidencias que las diferencias. Sirva el pensamiento de Juan Pablo II, para, de verdad, reflexionar: “Que todos sean uno. Es necesario pasar de una situación de antagonismo y de conflicto a un nivel en el que uno y otro se reconocen recíprocamente como asociados”.

Y (para poner en práctica), de don Guillermo Malavassi Vargas: “La vida no vale la pena, si no es para ponerla al servicio de una gran causa. Y la mejor es contribuir al mayor bien posible de los más desafortunados de nuestra tierra”.

Es realidad comprobada… es necesario concordar, dialogar, concertar.

El socialcristianismo: mujeres, hombres; jóvenes y no tan jóvenes; expresidentes, dirigentes nacionales y sectoriales, provinciales, regionales, cantonales y distritales: debemos fomentar y, con satisfacción respetar, que la Gran Coalición del Socialcristianismo, sea desde las bases; que cada socialcristiana y  socialcristiano – desde su comunidad, distrito y cantón – impulse esta responsabilidad social; promoviendo foros cantonales del socialcristianismo, procurando así el  foro nacional socialcristiano, que permita el reencuentro – al menos en alianza – en pro los más sagrados intereses del país. Pensamiento y acción para reactivar el país y recuperar el desarrollo social.

Seamos uno, respetando nuestra casa y respetándonos todos; y recordemos de Calderón Guardia: “Se puede y debe luchar contra la injusticia”.

Costa Rica, urge del socialcristianismo (no de derechas, ni de izquierdas): urge que: el pueblo – cada mujer, cada hombre, menor o mayor – sea el centro de atención primordial; que se haga realidad permanente lo de: “El Estado procurará el mayor bienestar a todos los habitantes del país, organizando y estimulando la producción y el más adecuado reparto de la riqueza”, (50 Constitución Política).

El respeto a la dignidad humana, la justicia social y el bien común, es responsabilidad ética del socialcristianismo: de cada simpatizante de cada militante, de cada dirigente, de cada líder.

El socialcristianismo dicta: “La ética demanda que el sistema se adapte a las necesidades del hombre, y no que el hombre sea sacrificado en aras del sistema”, y “los ciudadanos libres deben tener una firme y perseverante determinación de dedicarse al bien común”.

Y, también guíen las palabras del Papa Francisco: “No basta con un poco de bálsamo para sanar las heridas de una sociedad”.

Reflexionemos positivamente: Juntos siempre somos más.

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