Los costarricenses estamos muy agradecidos con los milagros económicos que ocurren a diario en Costa Rica. Ese es el plan A. Milagros con unas pocas convenciones colectivas a las que la Sala IV, les ha señalado como inconstitucionales algunos artículos, aunque sea muchísimos años después y aunque aún falta el milagro de las sanciones, faltando también aun las convenciones colectivas de otro montón de instituciones públicas. Milagro que el FEES prestó al país algunos miles de millones ociosos en el 2021, diz que para ayudar en algo con la pandemia. Milagro que aún haya medio país con alguna motivación para votar en las elecciones presidenciales y un tercio del país para votar en las elecciones municipales. Y así, hay miles de milagros que nos han ayudado a sobrevivir a la gran mayoría de costarricenses, a pesar de los deficientes últimos gobiernos. Ese es el plan A.
Ojalá continúe para Costa Rica la bendición de los milagros como plan A, pero los costarricenses necesitamos urgentemente un plan B, para complementar en algo a los milagros. Para eso es un nuevo gobierno. Pero el nuevo gobierno de turno no es solo el nuevo presidente, todos los partidos políticos representados en la Asamblea Legislativa son también parte del nuevo gobierno de turno y, todos deberían estar trabajando de conformidad con sus planes de gobierno, esos que el TSE les aprobó de previo a las elecciones. Los planes de gobierno de los partidos políticos deberían ser mucho más que solo un requisito de presentación ante el TSE.
Pero no planes B como los que hemos visto en estos dos años de este gobierno de turno, planes B solo de opiniones y comentarios personales del Presidente, diputados y ministros. Tienen que ser planes B de ideas y proyectos serios, sobre todo de reactivación económica, provenientes de la seriedad que se supone tienen los partidos políticos de donde salieron electos todos esos funcionarios públicos.
Mientras tanto, con arreglar las siguientes pocas y pequeñas cosas, alcanza y sobra para Costa Rica: 1. Que las convenciones colectivas por fin, deben estar dentro del marco de la única ley en materia laboral en Costa Rica, que es el Código de Trabajo y recientemente la ley del empleo público. 2. Que los miles de millones para alcanzar el 8% del PIB para toda la educación pública, antes que para el FEES, por fin sean prioridad para la educación pública primaria y secundaria, para que nunca más hayan generaciones perdidas de niños y jóvenes costarricenses. 3. Que las auditorías internas, contralorías y demás oficinas e instituciones de control del gasto público, por fin entiendan que su trabajo es muy importante para Costa Rica, que aunque sus salarios y privilegios sean pagados por cada institución pública, su deber inicial y final es por Costa Rica y, además, que por fin tengan autoridad para sancionar y no solo para hacer recomendaciones que nadie les hace caso. 4. Que el TSE por fin tenga como prioridad mejorar día a día todo lo relativo a los procesos electorales. Es una institución muy cara para que ayude tan poquito a Costa Rica y además eso ayudaría mucho a disminuir el creciente abstencionismo. 5. Que la Sala IV por fin tenga como prioridad mejorar día a día todo lo relativo a actualizar la Constitución Política de Costa Rica y las leyes en general, su redacción e interpretación única. Es otra institución muy cara para que ayude tan poquito a Costa Rica. 6. Que aparezca por fin la eficiencia en los 3 Poderes de la República. No más expedientes judiciales sin resolver, compitiendo con las listas de espera de la CCSS, no más impuestos ni más deuda pública. Con eficiencia y mejores controles se evita la desaparición de miles de millones de colones de las mismas bóvedas de un banco público y se evitaría tanta facilidad para evadir los controles en las licitaciones públicas, etc, etc, etc.
De suerte que ahora con la existencia de las redes sociales, como plan C, todos los costarricenses podemos participar de este cuarto poder ampliado de las democracias, para que más pronto que tarde, todos los costarricenses tengamos todos los mismos beneficios, de esta democracia única y original, nuestra democracia del pura vida. Recordemos que antes de la internet y de las redes sociales, había que depender de periódicos y noticieros apenas para medio enterarse, semanas, meses y años después, de lo que ya se había hecho y que de por sí, ya nada podíamos hacer.
A los costarricenses nos está funcionando mejor la opción de las redes sociales. Recordemos que para estas últimas elecciones presidenciales la votación de los costarricenses significó entre otras cosas, la extinción de varios partidos políticos como el PAC y el PASE, principalmente. También hemos conseguido variantes favorables para la no reelección de diputados y alcaldes, después de años y años permitiendo ver a los mismos partidos y políticos de siempre, como diputados y alcaldes repitentes. Pero en el TSE tienen que haber más y mejores ideas porque no podemos seguir con estos vergonzosos niveles de abstencionismo. También para las últimas elecciones municipales la votación de los costarricenses significó la pérdida de la mitad de las alcaldías para un partido y, el crecimiento exponencial en la obtención de alcaldías para otros partidos.