Vehículos y autobuses eléctricos, electrificación, baterías… todas éstas son palabras que están marcando nuestras conversaciones sobre el transporte mientras problemas como el tráfico, estacionamiento, accidentes o asequibilidad siguen dominando nuestras vidas.
¿Podría ser que la electrificación no sea más que un pequeño paso que no permite abordar todas estas cuestiones que la integridad del transporte demanda? La matriz eléctrica país, la infraestructura para alimentación, todo suma, o más bien, cuidado que todo reste, que sea un camino para amarrarnos a proveedores o monopolios donde luego no podamos soltarnos ¿Intereses de alguien? ¡Cuidado!
Luego de un desahogo lleno de preocupaciones, me pregunto:
¿Acaso un vehículo o autobús eléctrico va a hacer que lleguemos más rápido al trabajo? ¿Va a reducir nuestro estrés en ese atasco de horas que tenemos que sufrir todos los días?
Lamentablemente, estas experiencias van a continuar con la electrificación. A pesar de lo que tratan de hacernos creer, la sostenibilidad no sólo es evitar o disminuir la contaminación en el medioambiente, sino que va más allá. Acá radica la diferencia, y es donde debemos poner el dedo en el renglón.
Sostenibilidad es también hacer las ciudades más silenciosas, hacer el transporte rápido y accesible a todo el mundo, disminuir el número de heridos y muertos en carretera, tener más tiempo para nuestras familias en lugar de gastarlo en carretera de forma indeseada…
*Pongámosle gafas al concepto de sostenibilidad, para corregir la miopía que hace que sólo se enfoque hacia la contaminación. Es un elemento sin descuidar lo más importante que es el individuo*
Si lo analizamos con detalle, insisto en que el problema del concepto miope de sostenibilidad radica en no poner al usuario en el centro de la solución que estamos utilizando como eje conductor.
El usuario busca reducir la contaminación, pero también ansía llegar a casa antes, de manera segura y eficiente, sin limitarse a la eficiencia en términos de consumo. La solución que presentan es: ¡Todos en buses eléctricos en las presas que ya nadie puede obviar! ¡Todos en la misma calle estorbándonos! ¡Subamos de nivel! Diferenciémonos, como ya muchos hacen, la VARIEDAD de movilidad como otros lados del mundo, no obstruyéndose, sino un concepto más rápido, más eficiente y menos contaminante.
Seamos realistas, el desafío real que debemos abordar es mucho más complejo, los anuncios de tecnologías estorbándose en las mismas carreteras, nada de sostenible tiene, pero lo que sí tiene es una visión ciega, una SOSTENIBILIDAD MIOPE.
