De Pactos y otros demonios: La izquierda en su salsa

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PAC-FADanilo Cubero Corrales*

Bastó poco más de un año para que la careta cayera. Lo que los costarricenses demócratas ya sabíamos, viene a confirmarse ante el anuncio de que el Partido Acción Ciudadana, el Frente Amplio y los Sindicatos del país firmarán un denominado pacto titulado emotivamente “Una agenda patriótica para el bien común”.

La palabra “común” es tan ambigua que podría llevarnos a engaño. Del latín “communis”, es un adjetivo que indica “que pertenece a todas las personas o cosas de que se trata o se manifiesta en todas ellas”.

Si de beneficio total a los compatriotas refiere, ese precepto de “común”, utilizado por el PAC, Frente Amplio y Sindicatos nos queda a deber.

El verdadero fondo de la rúbrica de este documento es mantener intactas las condiciones de un reducido grupo de costarricenses que han venido desangrando el erario público en beneficio propio y en detrimento de las grandes mayorías.

Disfrazados de un patriotismo que nadie les cree, pretenden erguirse en los nuevos salvadores del orden social del país.

Pero, ese orden social es un concepto subjetivo que ellos mismos han creado para mantener privilegios desorbitados para sus adeptos.

Un calor ejemplo: Recope

Para muestra un botón como refería abuelo. Dentro de la defensa de los pluses salariales del sector público que pretende defender este pacto, está el siguiente; la gigantesca Recope, que se hace llamar “Refinería” pero que tiene muchos años de no refinar combustible para nada, se da el lujo de ofrecer el triste espectáculo de salarios fuera de toda lógica: de acuerdo a la denuncia recientemente presentada por nuestro Jefe de Fracción, Otto Guevara, en Recope un conductor de autobús, microbús y tranvía, gana mensualmente casi 2 millones de colones, cifra similar a la de un policía e inspector de tránsito y un técnico en informática.

Dentro de los datos reportados destaca el salario recibido por el decano o jefe coordinador de área o departamento con más de 5 millones de colones anuales y el del médico especialista que asciende a los 4,9 millones mensuales.

Convención colectiva de Recope. El artículo 21 implica un monto fijo para los trabajadores de esa institución por 1000 millones de colones anuales por concepto de tiempo extraordinario fijo. Asimismo, los 1828 funcionarios de la Refinadora reciben en conjunto cada año 81.000 millones por “trabajos expuestos a temperatura”.

Al fondo de ahorro, préstamo, vivienda, recreación y garantía, RECOPE gasta anualmente casi 4000 millones de colones, mientras que por anualidades el costo llega casi a los 8000 millones.

Esto es solo una muestra que podríamos extender si mencionáramos el caso de Japdeva, UCR, Conavi y el sinnúmero de entidades públicas deficitarias e incompetentes que se tragan vorazmente los presupuestos nacionales en beneficio de unos pocos.

Esto es lo que pretenden defender por medio de este pacto del Partido de Gobierno, el partido Comunista y los grandes beneficiados de esta piñata de dinero: los sindicatos.

Los costarricenses deben entender: El Estado, no lo olvidemos jamás, no tiene recursos que le sean propios, no tiene nada, no posee nada que no tome de los trabajadores, empresarios y productores de riqueza en un país. Nada que da el Estado es gratis. El Estado, como administrador de dineros, es la gran ficción de la que muchos desean vivir a expensas de lo que otros producen.

Siguiendo la norma de inconsistencias dentro del partido gobernante, su mismo fundador ha sido claro en oponerse al citado pacto, y concuerda libertariamente con nuestra tesis de que de acuerdo con lo que proponen los firmantes de este pacto de pacotilla: “el Estado debe darles beneficios a los empleados públicos, en vez de ayudarles a las personas más necesitadas para salir de la pobreza.”·

La soberanía de la Nación reside en el pueblo. El Pueblo la delega en sus representantes legislativos. Desconocer esta realidad es socavar la institucionalidad del país. El principio de acción de los promotores del nuevo pacto pretenden no reconocer, de facto, la voluntad democrática expresada en el cambio de rumbo del Directorio Legislativo, emergido de una amarga experiencia del primer año de este cuatrienio al mando del PAC y Frente Amplio.

Ha caído la careta y muy temprano. Enhorabuena para que los costarricenses puedan calificar las actuaciones de grupos políticos demagógicos.

 

* Presidente Partido Movimiento Libertario

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