El agua en la agricultura es mucho más que un simple recurso; es un elemento dinámico que interactúa constantemente con el suelo, el clima y la biología. En el contexto de la Agricultura Regenerativa (AR), la gestión del agua trasciende los cálculos de balance hídrico y la programación del riego. Se trata de anticipar la variabilidad climática futura y su impacto en la disponibilidad de agua y el rendimiento de los cultivos. Y todo comienza con un principio fundamental: la regeneración del suelo.
La agricultura regenerativa ofrece un conjunto de prácticas que influyen directamente en el suelo y, por consiguiente, en la dinámica del agua. Desde los cultivos de cobertura y la descompactación del suelo hasta el manejo de la sombra y el fomento de la biodiversidad, estas intervenciones mejoran la estructura del suelo, aumentan la materia orgánica y favorecen la vida microbiana. Todo ello se traduce en una mejor infiltración y retención del agua, así como en una mayor resiliencia general de los cultivos.
Cuando estas prácticas se combinan con sistemas de riego inteligentes, se crea un entorno rico donde el uso del agua se optimiza continuamente. Profundicemos en las prácticas específicas que conservan el agua y regeneran la tierra, haciendo que las explotaciones agrarias sean más productivas y menos dependientes de insumos externos a largo plazo.
Prácticas de Agricultura Regenerativa para una Agricultura Inteligente con el Agua
Cultivos de Cobertura: Construyendo una Esponja Viva
Los cultivos de cobertura son una de las prácticas regenerativas más accesibles y con mayor impacto para mejorar la gestión del agua. Actúan como un escudo biológico, protegiendo el suelo desnudo de la erosión, el exceso de precipitación y la compactación. Su presencia reduce la exposición directa al sol y al viento, principales impulsores de las pérdidas por evaporación en los sistemas convencionales. Sin embargo, su verdadero poder reside bajo tierra.
Agregación del Suelo y el Microbioma
Los cultivos de cobertura estimulan el proceso de agregación, es decir, la formación de partículas de suelo estables que mejoran la porosidad y la retención de agua. Esto es impulsado por una sinergia de exudados radiculares, microbios del suelo y fauna como lombrices e insectos. El sistema radicular libera compuestos orgánicos que alimentan a bacterias y hongos beneficiosos, que a su vez producen glomalina y otros agentes aglutinantes que unen las partículas del suelo. Estos agregados crean una estructura similar a una esponja que retiene el agua durante más tiempo y permite una infiltración más profunda. En suelos no compactados, las raíces exploran un volumen mayor de suelo, accediendo a más agua y nutrientes.
Sin Competencia con el Cultivo Principal
Contrario a las preocupaciones comunes, los cultivos de cobertura no compiten con el cultivo principal por el agua de riego cuando se gestionan adecuadamente. De hecho, mejoran la eficiencia hídrica porque reducen la evaporación del suelo expuesto, aumentan la infiltración y la capacidad de retención de agua del suelo y crean microclimas que amortiguan las temperaturas extremas.
Un estudio a largo plazo de la Universidad de Nebraska-Lincoln encontró que los cultivos de cobertura aumentaron la infiltración de agua y redujeron la evaporación, sin impactar negativamente la eficiencia del riego en sistemas de maíz dulce (Irmak, 2020). Otro estudio de la Universidad Estatal de Colorado mostró que los exudados de las raíces de los cultivos de cobertura enriquecen selectivamente las comunidades microbianas responsables del ciclo del nitrógeno y la producción de fitohormonas, mejorando tanto la estructura del suelo como su dinámica hídrica (Seitz, 2024).
Pasos Sencillos para su Implementación:
- Selección de Especies: Elige especies en función del clima, tipo de suelo y rotación de cultivos. Utiliza mezclas de leguminosas, gramíneas y brássicas para obtener beneficios multifuncionales.
- Momento de Siembra: Programa la siembra para que no coincida con las etapas críticas de crecimiento del cultivo principal.
- Terminación: Emplea métodos mecánicos como el rolado o el corte para evitar el uso de herbicidas y preservar la biología del
- Monitoreo: Controla la humedad del suelo para ajustar el riego si es necesario; en muchos casos, las necesidades de riego disminuyen al incorporar cultivos de
Resultados Esperados:
- Mejora de la estructura del suelo y la retención de
- Reducción de la frecuencia y el volumen del
- Mayor actividad microbiana y ciclo de
- Mejor resiliencia frente a sequías y lluvias
Manejo de la Sombra: Enfriando el Microclima
En muchos sistemas de Agricultura Regenerativa, el cultivo principal puede coexistir con sombra parcial, creando una simbiosis beneficiosa que favorece la salud de las plantas y la conservación del agua. La sombra no siempre es permanente; puede ser un elemento estratégico durante las primeras etapas del desarrollo del cultivo, cuando las plantas son más vulnerables al estrés por calor y la pérdida de agua. A medida que el cultivo madura, la sombra puede necesitar reducirse o eliminarse para permitir una exposición óptima a la luz.
La sombra ayuda a regular el microclima, reduciendo la evapotranspiración y bajando la temperatura del suelo. Estos efectos contribuyen directamente a una mejor conservación de la humedad y a una mayor eficiencia en el uso del agua, especialmente en regiones con alta radiación solar o patrones de lluvia irregulares.
La clave está en diseñar elementos de sombra que complementen el ciclo del cultivo y no compitan excesivamente por el agua o los nutrientes. La sombra puede introducirse mediante sistemas agroforestales, cercas vivas o árboles temporales.
Pasos Sencillos para su Implementación:
- Integración Estratégica: Integra árboles, arbustos o cercas vivas en ubicaciones estratégicas basadas en el viento, la exposición al sol y la pendiente.
- Selección de Especies: Elige especies de sombra con sistemas radiculares profundos y baja demanda de agua para evitar la competencia con el cultivo Prefiere especies adaptadas al clima local.
Resultados Esperados:
- Menor demanda de riego durante las fases críticas de
- Mejor salud y vigor del cultivo en condiciones de estrés por
- Aumento de la biodiversidad, creación de hábitats y equilibrio ecológico.
Promover la Biodiversidad y Cero Herbicidas: El Suelo como un Sistema Vivo
El suelo no es un organismo único, sino un ecosistema vivo y complejo compuesto por macro y microorganismos que interactúan con las plantas, el agua y el clima. En la agricultura regenerativa, tratamos el suelo como un sistema dinámico que debe observarse de manera holística. Promover la biodiversidad dentro y alrededor del suelo mejora su capacidad para sostener cultivos, regular el agua y construir resiliencia a largo plazo.
El uso continuo de herbicidas puede alterar el delicado equilibrio de los ecosistemas del suelo. Si bien ofrecen un control de malezas a corto plazo, los herbicidas no distinguen entre las llamadas “malas hierbas” y aquellas que desempeñan funciones beneficiosas en la estructura del suelo, la biodiversidad o incluso la supresión de plagas.
De manera similar, afectan a los microorganismos de forma indiscriminada, impactando tanto a especies dañinas como beneficiosas. Esta falta de selectividad puede reducir la diversidad microbiana, interferir con el desarrollo del macrobio y del microbioma del suelo y debilitar los procesos biológicos que regulan la retención de agua y el ciclo de nutrientes. Con el tiempo, estas alteraciones pueden conducir a una menor materia orgánica, una reducción de la actividad biológica y una capacidad disminuida de retención de agua.
Al fomentar la biodiversidad y eliminar el uso de herbicidas, permitimos que el suelo se regenere naturalmente. Esto conduce a niveles de humedad del suelo más estables; un suelo biológicamente activo retiene el agua de manera más efectiva, reduciendo la necesidad de riego frecuente y protegiendo a los cultivos del estrés por sequía.
Pasos Sencillos:
- Transición al Control Mecánico: Utiliza métodos mecánicos para el control de
- Introducir Cultivos de Cobertura: Como se mencionó, suprimen malezas y mejoran el
- Fomentar la Supresión Biológica: Atrayendo insectos beneficiosos y organismos del suelo que compitan con las malezas.
- Diseñar Rotaciones y Policultivos: Que interrumpan los ciclos de las
- Aplicación Selectiva de Herbicidas: Si es absolutamente necesaria, que sea localizada y evite las aplicaciones
- Aportar Compost y Bioinoculantes: Para estimular la vida
Resultados Esperados:
- Mejora de la salud del suelo y de su capacidad de retención de
- Reducción de la dependencia de insumos externos y de la fertilidad a largo
- Mejora de los servicios ecosistémicos.
Diseño Keyline: Guiando el Agua a Través del Paisaje
Gestionar el agua comienza por entender cómo se mueve a través del paisaje. Una estrategia poderosa que aplicamos en AR es el diseño Keyline (Línea Clave), con el cual ralentizamos el agua, la distribuimos de manera uniforme y fomentamos su infiltración profunda en el perfil del suelo.
El diseño Keyline es un método de planificación holístico del terreno que utiliza la topografía natural para guiar el movimiento del agua. Al identificar los “keypoints” (puntos clave), donde la pendiente cambia de ser pronunciada a suave, y al arar o subsolar a lo largo de las líneas de contorno, el agua se redirige desde los valles hacia las crestas, promoviendo la infiltración y previniendo la erosión. Este enfoque transforma el paisaje en un sistema de cosecha de agua, mejorando la humedad del suelo y apoyando la fertilidad a largo plazo.
Si el Keyline está bien diseñado e implementado correctamente, aumentará la infiltración de agua, reducirá la escorrentía superficial y recargará el perfil del suelo, apoyando un desarrollo radicular más profundo y la actividad microbiana, mejorando así la resiliencia general de la finca mediante la generación de suelo.
Pasos Sencillos:
- Topografía: Comienza con un estudio topográfico para identificar crestas, valles y el punto clave.
- Asesoramiento: Consulta con un diseñador o técnico con experiencia en planificación regenerativa.
- Labranza en Contorno: Aplica arado o subsolado a lo largo de las líneas clave para dirigir el agua lateralmente.
- Combinar con Obras: Integra con zanjas de infiltración (“swales”), estanques o trincheras para almacenar el exceso de agua durante eventos de lluvia
Resultados Esperados:
- Mejor infiltración y retención de agua en el
- Reducción de la escorrentía superficial y la erosión, protegiendo el suelo superficial y minimizando la pérdida de
- Mayor actividad biológica en las capas más profundas del suelo, apoyando el desarrollo de raíces y de los ecosistemas microbianos.
- Mayor resiliencia a la variabilidad climática, incluyendo sequías y lluvias
- Regeneración a largo plazo del suelo, contribuyendo a una mejor estructura, fertilidad y secuestro de carbono.
Integrando las Prácticas de Agricultura Regenerativa con los Sistemas de Riego
Uno de los resultados clave de aplicar prácticas de Agricultura Regenerativa en relación con el balance hídrico es la reducción de la evapotranspiración de referencia (ET₀). Al mejorar la estructura del suelo, aumentar la materia orgánica y mejorar las condiciones microclimáticas, las prácticas de AR ayudan a retener más humedad en el suelo y reducen la demanda general de agua del sistema. En los sistemas de riego, esto se traduce en una reducción del volumen de agua aplicada.
Para validar estas mejoras, la integración de sensores de humedad del suelo o tensiómetros en la estrategia de riego permite un monitoreo en tiempo real y la verificación física de las suposiciones. Estas herramientas ayudan a los agricultores a regar solo cuando es necesario, evitando el exceso de agua y asegurando que el riego se aplique de manera eficiente.
A medida que las prácticas de AR surten efecto, es común observar una reducción en el coeficiente de cultivo (Kc), un parámetro utilizado para estimar las necesidades hídricas de los cultivos. Sin embargo, dado que no existe literatura que pueda predecir con precisión cómo cambiará el comportamiento de la humedad del suelo con la implementación de la AR, cada finca debe tratarse como un caso único. El tipo de suelo, el clima, la selección de cultivos y el historial de manejo influyen en los resultados.
La AR no es una receta fija; es un enfoque dinámico y adaptativo. Por lo tanto, el monitoreo en tiempo real y la observación del clima se convierten en herramientas esenciales para la toma de decisiones. Al combinar prácticas ecológicas con herramientas de riego inteligente, los agricultores pueden construir sistemas que no solo son más eficientes, sino también más resilientes a la variabilidad climática.
Conclusión: Hacia un Futuro Hídricamente Regenerativo
La integración de las prácticas de Agricultura Regenerativa con la gestión sostenible del agua está remodelando cómo abordamos la productividad, la resiliencia climática y la salud de los ecosistemas en los sistemas de riego. A medida que la variabilidad climática se intensifica y el agua se convierte en un recurso cada vez más escaso y costoso, la AR ofrece un enfoque basado en la ciencia para reducir la demanda de agua, mejorar la función del suelo y aumentar la viabilidad a largo plazo de las explotaciones agrarias.
Al combinar prácticas regenerativas con herramientas de riego inteligente, los productores pueden reducir costos, aumentar la resiliencia y contribuir a un futuro agrícola más sostenible, uno en el que el agua no solo se gestione, sino que se regenere.
