Estamos a un año que inicie la fiesta electoral en Costa Rica, para estas fechas en el 2025 ya tenemos claro algunos candidatos a la presidencia, que les tocara enrumbar a este país, pero la pregunta es, quien es el candidato idóneo para gobernar.
Para empezar a compartir mi parecer les voy hacer una serie de preguntas: ¿qué guía hoy a los líderes políticos?, ¿el bien común?, ¿la ética?, ¿sus ambiciones?, ¿cuáles son las verdaderas motivaciones de los políticos, contribuir a la toma de las mejores decisiones o su necesidad de tener poder?, ¿es esencialmente inspiración o populismo para hacer de si su propia marca personal para hacer seguidores?, ¿es el líder un defensor de valores?
Durante esta semana me di a la tarea de conversar con varios ciudadanos que la pulsean, y me decían que la política es la única profesión para la cual no se considera necesaria poseer preparación alguna, ya que el que tenga mejor prosa o discurso, dinero o seguidores GANA. Puede ser que tengan la razón, pero no es menos cierto, que la persona que tenga pretensiones de ser líder en el ámbito político, debe hacer gala de una cualidad indispensable, TENER LIDERAZGO.
Iniciemos por los partidos tradicionales, muchos de los ciudadanos me dicen que su marca como partido no vende «el fracaso es total», ya que los candidatos «no han sido capaces de llegar a un acuerdo, no han podido negociar entre ellos y el nivel de enfado y ataques venden una imagen que para el votante no convence, ya que muchos dicen que al final todos quieren poder y es ahí donde siempre se va tener el voto en contra, aunque el otro partido tenga a una persona no preparada y que esté listo para improvisar y a estas alturas Costa Rica no aguanta más improvisación (falla y error).
Es de suma importancia ver en los candidatos su liderazgo, pues el simple hecho de querer ser líder no nos convierte en líderes. El desarrollo del auténtico liderazgo implica un cambio en el que los candidatos incrementan su autoconsciencia, reducen sus sesgos y establecen relaciones éticas y genuinas con sus colaboradores. Los líderes políticos son “aquellas personas elegidas por la ciudadanía (o pretenden serlo) para actuar como sus representantes y tomar decisiones beneficiosas para el funcionamiento de la sociedad en temas como salud, educación, seguridad, calidad de vida, legislación, medioambiente y economía”. No podemos seguir viendo lideres que solo se dedican atacar a las instituciones, tirar culpas y lavarse las manos para seguir según ellos quedar bien en el ojo público, pero lo que hacen es fracturar, dividir y llevar al barranco a nuestro país.
El problema empieza cuando los líderes políticos adquieren el poder legítimo para tomar decisiones importantes y su fin, precisamente, no es el servicio a los demás, sino el servicio a sí mismos o a grupos de poder, el próximo líder debe de aprender a servir a los demás en lugar de servirse, bien lo dijo Bukele la plata alcanza cuando nadie se la roba, es por eso que necesitamos gente honesta, diferente y que tenga equipo para gobernar.
Concretamente, Nelson Mandela, es un claro ejemplo de liderazgo político que supo ejercer el poder e influir en la vida de millones de personas. Tras años de prisión, luchó por una causa, logró conquistar el poder y supo trabajar las inquietudes que inspiraron sus luchas. Pero no llegó al poder para improvisar, de hecho se retiró cuando su pueblo lo seguía queriendo.
Al haber tantos intereses de por medio, “la política es, actualmente, un gran espectáculo y un gran negocio, donde se planifican y diseñan muy bien las campañas políticas, como si se tratase del lanzamiento de un producto, pero en este lanzamiento surge la pregunta; un líder político, ¿nace o se hace?, desde mi opinión cualquier liderazgo, “se hace y se aprende”. El liderazgo no es un rasgo o característica estática que resida únicamente en el líder, sino que “es un proceso que tiene lugar a lo largo del tiempo, en el que están implicados de forma interactiva el líder, los ciudadanos y la situación en la que emerge el liderazgo”.
Quiero cerrar con este reflexión: “La clave del Auténtico Liderazgo Político es la ética y el verdadero deseo de servir a la sociedad y que la sociedad se beneficie”. Tal y como hemos mencionado más arriba, a consecuencia del poder que se adquiere, hay algunas personas, vamos a llamarlas pseudo-líderes, que realmente lo que buscan es su propio beneficio, por lo que una mala persona sí puede llegar a alcanzar posiciones de poder, pero no ser un auténtico líder, es por eso que más allá de un circo los invito desde ya a ver ese líder que necesita nuestro país, para gobernar y representar al sector más vulnerable y olvidado, que en cada elección les prometen y al final de 4 años siguen sin respuestas y sin ser representados.