Crisis política en Guatemala

Latinoamérica y en especial Centroamérica, se ha caracterizado a lo largo de las décadas por tener una constante crisis política y una disconformidad social que no pareciera solucionarse nunca. La situación de crisis que está pasando en Guatemala en estos momentos, evidencia y ejemplifica muy bien un diseño constitucional que deja mucho que desear y un irrespeto hacia la institucionalidad del país.

En donde se supone que debe de haber un marco de respeto entre los 3 principales poderes del Estado, solo existe un abuso de autoridad entre estos, en especial el Judicial, cometiendo actos que ponen en duda su actuar hacia la población y reducen la credibilidad de las elecciones presidenciales que se enfrenta Guatemala en estos momentos.

En esta crisis política que se está llevando a cabo en Guatemala, podemos observar ciertos factores que solo producen que crezca cada vez más la crisis y el desagrado social de los ciudadanos guatemaltecos. Algunos de estos factores son: No existen o hay una ausencia total del principio de legalidad ya que ninguno de los 3 poderes, en especial el judicial, está actuando de manera legítima o legal sino que actúa de manera agresiva y condenatoria con ciertos grados de autoritarismo, afectando al mismo tiempo al Estado de derecho del país y a la división de poderes.

También se deben de tomar en cuenta factores como lo son la crisis partidaria y de identificación con los partidos políticos que están dentro de la Asamblea y que están compitiendo para ganar las elecciones presidenciales. La crisis política y la apatía partidaria de la población guatemalteca es tal, que en la primera ronda de las votaciones presidenciales, hubo un abstencionismo del 40% y un voto nulo del 25 %, sumando así un 65% de insatisfacción de las personas hacia las votaciones presidenciales.

De los aproximadamente 9,300,000 personas que ejercen el sufragio en Guatemala, el 15% votaron a favor de la candidata de la UNE (Sandra Torres) y el 12% para el candidato del MS (Bernardo Arévalo). Como podemos evidenciar, el abstencionismo fue el claro ganador en esta primera ronda electoral, estos resultados son realmente alarmantes y preocupantes ya que es bastante perjudicial para la política guatemalteca y da a entender que los ciudadanos ya no están creyendo en la política y en los procesos electorales legales, ordenados y justos. Esto puede desencadenar una serie de factores como los que se están dando actualmente, revueltas, manifestaciones y un caos social generalizado de parte de la población, alzando cada vez más los ánimos y habilitando un posible golpe de Estado, debilitando así la democracia y justicia del país.

Esto es sumamente perjudicial para la región centroamericana y para los países vecinos de Guatemala ya que si se da un evento de estos, como lo pueden ser un golpe de Estado o una guerra civil, los países vecinos son los que recibirían estos embates, al tener que lidiar con una oleada de migrantes muy significativa que dañaría la estabilidad de ese país, aumentando la inseguridad, la pobreza y perjudicando la economía y su crecimiento.

A su vez, dañaría la imagen en el ámbito internacional de los otros países centroamericanos y sus vecinos, ya que estos se verían condenados por los organismos internacionales como una de las regiones más inestables y peligrosas del mundo, con un sistema político con muchas fallas y deficiencias. Si se llegase a dar un aumento en la problemática que tiene Guatemala y resultara en revueltas, sería un país más de los muchos que cuentan con una crisis social y política, acompañando a países como Ecuador, Perú, Nicaragua y Colombia.

Estos casos repercuten de manera negativa directamente a la democracia de cada país debido a que cada vez más, y lo podemos ver evidenciado con los resultados de las primeras votaciones presidenciales, son las personas dejan de creer en la política como esta puede llegar a dar buenos resultados.

Debido a las situaciones que se dan en Guatemala como las acusaciones tan severas que hace el fiscal general de Guatemala, (Rafael Curruchiche, sancionado por los Estados Unidos bajo cargos de crear “falsos casos” ilegalmente a exmandatarios) hacia un candidato en específico, el inhabilitar y suspender la personalidad jurídica de un partido en específico, la suspensión de candidatos a vicepresidentes, entre otras cosas más, producen un malestar en la población, transgrediendo los límites constitucionales y legales que se le permiten al TSE. Acciones sin ningún tipo de justificación y tomando la ley a como más le beneficie, son indicios de que se está poniendo en jaque la institucionalidad del país y se están violentando los derechos de muchos ciudadanos.

Estas actuaciones debilitan fuertemente al Estado, ya que se ve perjudicado por la transgresión y violación de poder que existe en este caso, entre el poder judicial y su relación con los demás poderes, atentando al mismo tiempo fuertemente con el principio de división de poderes que unos siglos atrás, el pensador Montesquieu nos habría propuesto. Para la vida y permanencia de un Estado, es importante que ninguno de los 3 poderes impida ni limite su actividad de acuerdo con el mandato constitucional que se le asigna. Cuando esto pasa, se está violentando el Estado de Derecho y este, puede estar en vuelto en futuras situaciones como un golpe de Estado, crisis sociales y políticas, guerras civiles, y en el mayor de los casos la desintegración de este.

Es importante que organismos internacionales y países vecinos de la región, hagan un llamado respetuoso a que se cumpla el principio de división de poderes, que se respete el Estado de Derecho y se hagan las votaciones presidenciales lo más transparentes posibles para poder fortalecer la democracia del país, de la región y la vida de todos sus ciudadanos.

Los artículos de opinión aquí publicados no reflejan necesariamente la posición editorial de EL MUNDO. Cualquier persona interesada en publicar un artículo de opinión en este medio puede hacerlo, enviando el texto con nombre completo, foto en PDF de la cédula de identidad por ambos lados y número de teléfono al correo redaccion@elmundo.cr, o elmundocr@gmail.com.

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