Costa Rica celebra a lo grande su Democracia

» Por Luis Fernando Allen Forbes - Director Ejecutivo Asociación Salvemos el Río Pacuare

Desde 1949, nuestra Constitución es el pilar que sustenta el periodo de estabilidad democrática, paz y prosperidad más largo de la historia de Costa Rica.

Nuestra democracia es un ejemplo que inspira a otros países; hemos superado una región centroamericana, caracterizada y ensangrentada por guerras civiles entre gobiernos autoritarios y grupos paramilitares.

La pacificación del área se inicia con el Grupo de Contadora que fue una instancia multilateral propuesta en enero de 1983 por México a Colombia, a la que se invitó a Panamá y Venezuela con el fin de promover conjuntamente la paz en Centroamérica.

Posteriormente el proceso continuó con la firma del Acuerdo de Esquipulas en la ciudad guatemalteca del mismo nombre, a la que​ asistieron cinco presidentes de Centroamérica en la que se firmó la pacificación de Centroamérica y en la que se propuso la creación del Parlamento Centroamericano para reforzar la participación democrática y pluralista.

Sin duda alguna, la democracia constituye un principio estructural en una nación democrática y en Costa Rica es la piedra angular de la sociedad. Por esa razón su fortalecimiento y promoción de la buena gobernabilidad es una de sus principales tareas, para garantizar la paz, la seguridad, el desarrollo y la sostenibilidad de la misma.

El siglo XXI plantea nuevos desafíos a nuestro modelo de democracia entre ellos; los costarricenses aspiramos a tener un país próspero, más justo, con una elevada autoestima nacional, más inclusivo, mejor educados, con valores y mejores indicadores de desarrollo humano, que nos permita encarar con optimismo el futuro.

La democracia no se construye por arte de magia, es necesaria la participación de hombres y mujeres de temple, sin distención de ningún tipo, capaces de entrar a la arena política sin pensar en los beneficios pecuniarios, sino con el compromiso de servir; condiciones indispensables en el momento actual.

Nuestro sistema político está lleno de debilidades y escollos que obstaculizan el desarrollo político. Sin embargo cabe destacar que entre las principales fortalezas y logros alcanzados por la democracia costarricense, están la celebración periódica de elecciones democráticas, la implementación de políticas sociales, y los avances hacia un estado democrático de derechos.

Los partidos políticos y sus socios deben entender que el votante de hoy ha evolucionado y que la razón de no ir a votar es más causal que casual, el votante actual tiene una actitud más razonada, premeditada, que expresa un rechazo a los partidos políticos, a los candidatos y al sistema mismo.

Finalmente, el desarrollo humano integral está en riesgo debido a las fracturas sociales, y Costa Rica no puede darse el lujo de perder más tiempo debe profundizar más en la construcción y fortalecimiento de la democracia. La abstención sobreviene cuando la gente no ve propuestas o salidas a la problemática que vive.

Los artículos de opinión aquí publicados no reflejan necesariamente la posición editorial de EL MUNDO. Cualquier persona interesada en publicar un artículo de opinión en este medio puede hacerlo, enviando el texto con nombre completo, foto en PDF de la cédula de identidad por ambos lados y número de teléfono al correo redaccion@elmundo.cr, o elmundocr@gmail.com.

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