Continuar excluyendo a Taiwán de la OMS, y sus demás dependencias, es arbitrario y perjudicial para la seguridad sanitaria del mundo

» Por Luis Zúñiga - Analista político, exdiplomático

La pandemia creada por el coronavirus hizo que millones de personas alrededor del mundo se preguntaran cuál es el rol de la Organización Mundial de la Salud (OMS) ante una crisis sanitaria internacional.

Su demora en decretar una alerta ante la rapidez con que se propagaban los contagios con el coronavirus y su reticencia a decretar oficialmente la pandemia, hizo que las autoridades de numerosos países y los ciudadanos en general, dudaran de la efectividad de la OMS.

Las personas más versadas en temas políticos señalaron hacia el país donde se originó el contagio con el coronavirus y la excesiva influencia que ese país, China, ejerce sobre la OMS, como la causa de tantas demoras.

A pesar de la mala imagen que China le causó a la OMS, es evidente que esa influencia excesiva e indebida, se mantiene todavía. Por sus estatutos, la OMS debe ser: apolítica, imparcial, neutral y adherida a los principios de profesionalismo en sus decisiones, acciones y procedimientos. Pero, eso tampoco lo cumple.

A pesar de la valiosa experiencia que Taiwán demostró en la batalla contra el coronavirus, tanto en prevención como en protección ciudadana, la OMS se niega a que Taiwán sea miembro de la OMS. Ni siquiera le otorga el status de “Observador”. ¿Por qué? Por las presiones del régimen chino.

La exclusión de Taiwán se extiende también a otras instancias de la OMS. Por ejemplo, el SMVRG es el Sistema Mundial de Vigilancia y Respuesta a la Gripe que, como sabemos muy bien, es un padecimiento que anualmente causa la muerte de millones de personas en todo el mundo. Pero la OMS mantiene a Taiwán fuera de ese sistema y, más aún, tampoco le permite ser parte de la Red Global de Certificación de Salud Digital (GDHCN en inglés) que facilita el tránsito seguro de pasajeros en caso de una epidemia global.

La GDHCN puede utilizarse como punto de partida para aplicaciones adicionales como certificados internacionales digitalizados de vacunación, verificación de recetas en las fronteras y certificados médicos para pacientes que tienen que viajar. A Taiwán se le niega esa posibilidad. Por esa causa, sus autoridades e instalaciones sanitarias no pueden ni verificar ni emitir documentos de certificación digital conforme a los estándares internacionales.

Si surgiera una nueva pandemia, los trabajadores taiwaneses en el extranjero y los residentes extranjeros en Taiwán tendrían un serio problema para demostrar que están vacunados cuando viajen a sus respectivos países. Los casi 29 millones de taiwaneses que viajaron al exterior en el 2019 y los 28 millones que visitaron Taiwán ese mismo año, muestra el serio volumen de personas afectadas por la arbitrariedad de la OMS.

Otra exclusión contra Taiwán es que la OMS se niega a mostrar la información del punto de contacto del Centro de Control de Enfermedades de Taiwán en la intranet del Reglamento Sanitario Internacional (RSI). Esta arbitrariedad adicional causa que otros países no puedan notificar directamente a Taiwán información referente a pandemias y que esos países tampoco puedan recibir información importante que Taiwán pueda proveer a la OMS sobre pandemias.

Como consecuencia directa de la exclusión anterior, Taiwán no tiene acceso inmediato a recursos ni materiales relacionados con una pandemia, tampoco puede participar del Sistema de la OMS de Acceso y Participación en los Beneficios con respecto a los patógenos (PABS, en inglés), ni a la Red Global de Suministro y Logística de Pandemias. El sistema PABS se creó como una forma eficiente y rápida para combatir enfermedades infecciosas emergentes en tiempo real.

Taiwán ha demostrado en numerosos casos de epidemias graves, una conducta responsable y eficiente para con la comunidad internacional. Autoridades sanitarias de Taiwán notificaron y compartieron información sobre los casos de gripe aviar H6N1 y H7N9 en el 2013 y 2017. Taiwán fue el primero en alertar a la OMS sobre un posible brote de enfermedad pulmonar en China en el 2019.

Taiwán dispone, además, de biotecnología y tratamientos médicos de clase mundial que pueden contribuir a la seguridad sanitaria global. Excluir a Taiwán de la Red Global de Suministro y Logística de Pandemias es una pérdida importante para la seguridad sanitaria global.

La OMS debe ponerle fin a la arbitraria, abusiva y dañina influencia y control que el régimen en China ejerce sobre ella. Lo debe hacer para reparar su imagen internacional y para reconocer el importante aporte que Taiwán hace y puede hacer a la seguridad sanitaria en el mundo.

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