La política cantonal tanto como la nacional deben cambiar a nuevas realidades que garanticen procesos de gobernabilidad incluso de previo a las elecciones, y esto tiene dos posibles modelos y uno es el sistema parlamentario donde los liderazgos son consensuados en el congreso o en su defecto en el Concejo Municipal, o el modelo no explorado de las coaliciones parciales de los partidos políticos que es donde los partidos acuerdan una formula para la Alcaldía pero mantienen su independencia en los demás cargos.
Y es que hemos permitido que el Tribunal Supremo de Elecciones se vuelva “vagabundo” en sus procesos, con argumentos como es muy complicado modificar lo que se viene haciendo, como excusa técnica o legal, no es una razón y menos una justificación para que el TSE evite cumplir con su labor constitucional, se debe trabajar y permitir que los partidos o personas realicen su acomodo político respondiendo a las realidades políticas del momento, o incluso a una respuesta más abierta a la participación de los grupos de electores, y es que el artículo 83 del Código Electoral es claro respecto a que: “Los partidos políticos podrán coaligarse con el exclusivo propósito de presentar candidaturas comunes en alguna o en todas las escalas o circunscripciones en que participen, en una determinada elección. La postulación común solo es posible en las circunscripciones donde los partidos coaligados estén autorizados a participar”, siendo evidente que en ningún momento se niega la posibilidad de que estas candidaturas comunes no puedan ser específicamente para puestos específicos.
En muchos cantones la realidad política es que muchos grupos o colectivos acuerdan o tienen ideas en común respecto a las alcaldías, pero los liderazgos locales no desean perder su representatividad ante el concejo, y es que los puestos a regidurías dejan de lado personas sumamente valiosas simplemente porque no pertenecen al grupo enquistado en el poder, si se pudiesen orquestar elecciones donde los mejores aspiren a cada cargo, nos garantizaríamos concejos municipales con mayor capacidad y mejores liderazgos y una propuesta en común. Claramente este nuevo modelo afectaría al Partido liberación Nacional quien gobierna ampliamente la mayor parte de localidades, porque ya no se enfrentaría a muchos pequeños grupos, sino a coaliciones poderosas que negarían perder su propia identidad parlamentaria.
La política deber cambiar con el tiempo, y así mismo debe el Tribunal Supremo de Elecciones atender siempre las nuevas realidades, por eso he solicitado al Tribunal Supremo de Elecciones se pronuncie respecto al tema de las alianzas o coaliciones parciales, esto representaría un cambio fundamental en el nuevo proceso municipal, nos permitiría evaluar menos cantidad de candidatos y profundizar sus ideas y que pueden darle al cantón, garantiza que quienes lleguen a la alcaldía cuenten con un proyecto ya consensuado entre más agentes políticos y permitiría que el debate de regidurías se amplíe y quienes aspiren tengan que no solo llegar a una lista interna partidaria sino aportar contenido a la campaña, ejemplos comparados de cambios en materia electoral como el caso de TERUEL EXISTE, dan esa vitrina de aire fresco tan necesaria en nuestro sistema democrático.
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