Con casi dos años concluidos y, si por la víspera se saca el día, no pareciera que vaya a suceder la Tercera República en este nuevo gobierno de turno, ni que vayamos a ser la Singapur de Occidente, que nos anunciaron durante las últimas elecciones. Fue un éxito la Segunda República. Tanto así que nos ha sobrevivido hasta la fecha, a pesar de todas las deficientes, mal redactadas y peor interpretadas leyes que han creado los siguientes gobiernos de turno desde esa época. Lástima que se vea tan difícil alcanzar una Tercera República, igual o más exitosa que la Segunda. Se ve más probable que se lleguen a destruir todos los logros ya obtenidos y dejar de obtener muchos otros y mejores objetivos que aún podrían conseguirse. Después dicen que somos resultadistas, pero es que sí se puede hacer bien las cosas, sí se puede tener un buen ejemplo de un buen gobierno, por lo menos, cimentando las bases de la Tercera República.
Para eso es un nuevo gobierno de turno. Pero es que también los partidos políticos representados en la Asamblea Legislativa, también son parte del nuevo gobierno de turno. Y aun seguimos esperando ver, los tan anunciados también en campaña política, los proyectos de reactivación económica. Se han creado otro montón de instituciones públicas desde esa época, pero lo que más conocemos de ellas es que la mayoría de sus enormes presupuestos se van en privilegios salariales, honorarios, propaganda, papelería, en fin, mucho ruido y pocas nueces. Se han creado instituciones y más instituciones para la atención de las mujeres, pero continúa en aumento su agresión y muerte. No parece que se haya resuelto ni se vaya a resolver nada. Se creó hasta la tal Defensoría de los Habitantes, pero aún no sabemos de qué nos ha defendido o de qué y cuándo nos va a defender. Un montón de instituciones que solo hacen recomendaciones que nadie hace caso.
Hay hasta un artículo de la Constitución Política para dar hasta un 8% del PIB a toda la educación pública. Pero se inventó el FEES para dejarle solo migajas a lo más importante, que es la educación pública primaria y secundaria. Ya hasta se habla de generaciones perdidas del futuro de la Patria. Y en el artículo de la Constitución ni siquiera se menciona al FEES. Desde la Segunda República se han creado impuestos y más impuestos, se han aprobado préstamos y más préstamos, que ya hasta la enorme y creciente deuda pública es inmanejable y ya es hasta impagable y ni qué decir de la enormidad de los intereses. Ya hasta existen repúblicas independientes: el Poder Judicial, las universidades públicas, las municipalidades y hasta otras instituciones públicas, sólo porque a ningún gobierno de turno, ni le preocupa, ni hace nada útil por controlar el gasto público.
Las soluciones son muy fáciles si todas auditorías internas, contralorías y demás instituciones encargadas de controlar el gasto público por fin entendieran que su trabajo es muy necesario e importantísimo para Costa Rica, aunque sus salarios sean pagados por cada institución, su deber es para Costa Rica, porque de lo contrario nunca van a alcanzar ni más impuestos ni más préstamos, para cubrir tantas y tantas fugas de los recursos públicos. Y hacia futuro, desde el corto plazo, se resolverían también muchos otros problemas, si el TSE tuviera por fin, entre sus prioridades mejorar todos los procesos electorales, ya que entre otros logros, conseguiría de entrada, al menos disminuir el creciente abstencionismo. Tendríamos también más patriotas costarricenses, mejor preparados, motivados e interesados realmente, en alcanzar una exitosa Tercera República.
Finalmente, se resolverían también muchos otros problemas, si la Sala IV tuviera por fin, entre sus prioridades, actualizar y mejorar la redacción e interpretación de todos los artículos de la Constitución Política y de las leyes en general. Porque ya se modificó un artículo para permitir la innecesaria reelección presidencial y, está claro que no se justifica una nueva Constitución para Costa Rica. Está fácil. Sólo hay que desarrollar los temas de reactivación económica, que estamos esperando provengan del nuevo gobierno. Para eso es un nuevo gobierno. Pero no es con las ventas imposibles del BCR ni de una parte del INS. Es muy difícil encontrar inversionistas, interesados en comprar instituciones públicas que tienen sindicatos, sindicalistas, privilegios salariales, convenciones colectivas abusivas, salario escolar, pensiones de lujo, derechos adquiridos, leyes del Estado que las protegen y les aportan fondos, etc. etc. Los bancos y las aseguradoras, como muchas otras actividades económicas, que eran exclusivas del Estado, hace muchos años que tienen participación del sector privado. Ahora resulta que también se pierden desde adentro y desde hace varios meses, miles de millones de colones, de las mismas bóvedas del Banco Nacional de Costa Rica y, por otro lado, la CCSS propone la ocurrencia del copago dizque para eliminar las listas de espera. Como si el ineficiente uso de los fondos públicos no fuera el origen obvio del crecimiento sin fin de las listas de espera.
A pesar de que tenemos los tres Poderes de la República como cualquier democracia, los costarricenses sentimos extraños y muy lejanos a esos tres Poderes. Vamos a votar cada cuatro años en las elecciones nacionales y, sabemos que con nuestro voto, elegiremos a 57 personas para el Poder Legislativo y a 3 personas para el Poder Ejecutivo. En total, 60 personas electas por el pueblo, es el resultado de las rutinarias, rudimentarias, desactualizadas y aburridas elecciones nacionales. Debe ser por eso, que el abstencionismo se está tragando a nuestra democracia. Sin embargo, el más extraño y lejano es el Poder Judicial. De ese Poder no elegimos a nadie. Del Poder Judicial, lo que más conocemos son las noticias de los esporádicos salacuartazos y, de la presa de casos judiciales en trámite, que compiten con las listas de espera de la CCSS.
De las 60 personas que elegimos cada cuatro años, sabemos que ya habían sido seleccionadas previamente, por unas cuantas decenas de asambleístas de cada partido político, como uno de los pocos requisitos del TSE. De los nuevos Padres de la Patria, sabemos que la mayoría son principiantes y los otros son repitentes. Llegan a enterarse de los proyectos inconclusos heredados de los diputados anteriores y, a ver qué se podrá hacer en su gobierno de turno, aunque se supone que también deberían tener planes de gobierno, de sus partidos políticos que representan. Y de las 3 personas del Poder Ejecutivo, sabemos que el nuevo Presidente, es el que nombra a todo el resto del nuevo equipo de gobierno y, se supone que este Poder, sí trae preparado un plan de gobierno.
Pero de todas formas, desde el exterior, instituciones como el FMI, la OCDE, la CEPAL y otras muchas instituciones, periódicamente le indican a nuestro país todas las cosas en que se puede mejorar. Hay análisis, estadísticas y comparaciones con nuestra historia y con otros países, en la mayoría de actividades económicas y sociales existentes. Y desde el interior, desde nuestra realidad diaria, no se ha resuelto todavía el caso cochinilla, el caso diamante, la trocha, el cementazo, eliminar las pensiones de lujo, las repúblicas independientes, el salario escolar, los abusos y privilegios salariales de las convenciones colectivas, evaluar y corregir el FEES, las listas de espera de la CCSS y de expedientes sin resolver en el Poder Judicial, etc, etc, etc.
En general, conocemos más y sentimos más cercano al cuarto poder de la República. De este poder tampoco elegimos a nadie, antes se suponía que era el periodismo, pero para suerte de nuestro país, ahora es un poder ampliado, porque incluye a todos costarricenses por medio de todas las redes sociales.