Costa Rica enfrenta una triste situación desde hace muchos años en sus procesos electorales: un alto índice de abstencionismo. Existe una clara apatía del ciudadano y una creciente desconfianza y desencanto hacia los políticos y sus partidos.
La RAE define abstencionismo así: “Actitud o práctica consistente en no ejercer el derecho a participar en determinadas decisiones, especialmente en un proceso electoral”.
El adversario a vencer siempre será el abstencionismo. Repasemos, en la elección del 2002 en la segunda ronda acudieron a votar el 60.49% del padrón, ubicando el abstencionismo en un 39.51%. En el 2014 la cifra de participación fue de un 56.63% dejando un escandaloso 43.37% de ausentes. Y en el 2018 llegaron a las urnas el 65.71% de los votantes, estableciendo un 34.29% de inasistencia.
¿Qué hacer ante este escenario? Es necesario regular y motivar bajo diversos métodos a los ciudadanos, para que se involucren en la toma de decisiones auténticas para el mejor funcionamiento del país. La participación electoral es la forma más sencilla de participar en política y es la manera más civilizada en la política moderna. La falta de información creíble y el descontento de la población a las promesas de campaña, ocasionan que el índice de votación baje.
Pasado el 6 de febrero del 2022, y observando los dos aspirantes en el balotaje del próximo 3 de abril, mucho se ha dicho en medios de comunicación y redes sociales respecto a quién beneficiaría o no la ausencia en los centros de votación.
Una realidad que vive nuestro estado democrático, es que la fidelidad partidaria desapareció. La lealtad ideológica se esfumó por la elección encausada por personas y no por afinidad a un partido político. Aquí el PLN lleva ventaja, no hay votante más fiel que el liberacionista tradicional, esto quedó de manifiesto en la primera ronda. JMFO obtuvo el primer lugar con 571.518 votos y RCHR 351.453. ¿Hay o no fidelidad partidaria en el PLN?
Los partidos políticos que se posicionaros en los puestos 3, 4, 5 y 6 suman entre ellos un total de 1.013.977 votos. Con la mitad de esa cifra, sumada a lo obtenido en la 1era ronda, JMFO llega a la presidencia si el porcentaje de abstencionismo se mantiene. RCHR tendrá que trabajar mucho para obtener unos 700 mil votos de la cifra anterior, y aspirar a la Presidencia de la República.
No hay duda que si en algo perjudica el abstencionismo electoral un proceso de elección, es la legitimidad del mismo. Por ejemplo, si para la 2da ronda venidera se presentan a las urnas al menos un 60% del padrón, la mayoría de ese porcentaje será quien decida el Presidente de la República. ¿Y el otro 40%? Simplemente no tendrá opción ni para el ¨berreo¨. Usted estimado lector tiene la responsabilidad de meditar su voto. Reitero, ¡Costa Rica se defiende en las urnas!
¿Qué decirles a los que definitivamente no votarán? , que tienen el legítimo derecho a votar y exigir el cumplimiento de las promesas hechas en campañas electorales, pero sería interesante quienes quieren abstenerse de votar que propongan y expongan lo que les inquieta, y las posibles soluciones.
Del libro “Abstencionistas en Costa Rica”, elaborado por el TSE y la colaboración de la editorial de la UCR y del Instituto de Investigaciones Sociales extraje el siguiente párrafo: “La abstención por desinterés o apatía es diferente del ausentismo técnico, puesto que la persona puede votar pero no le interesa hacerlo. A pesar de la clara diferencia conceptual entre ambas clases de abstención, estas pueden confundirse en la realidad. En los países en que el voto es valorado de forma positiva, y más aún en aquellos en que el voto es obligatorio, puede resultar incómodo para el abstencionista manifestar su falta de interés, por lo que puede aducir impedimentos de diferentes tipos para justificar su ausencia de las urnas. La distancia del centro de votación, la falta de transporte o la enfermedad pueden ser obstáculos insalvables que impiden al ciudadano votar, pero también pueden constituir dificultades menores, que el ciudadano no resuelve por no estar motivado a hacer un esfuerzo especial para votar”.
¿Cómo afectará el abstencionismo el balotaje del 3 de abril del 2022? ¿Continuará la lluvia de encuestas ejerciendo presión en aquellos que aún no deciden si votarán o no? ¿Ayudará a inclinar la balanza los debates en las grandes televisoras nacionales? De lo anterior y más hablaremos la próxima semana, Dios primero.
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Sobre el autor:
El autor es Licenciado en Relaciones Internacionales. Asesor Legislativo, analista político internacional. Además elabora procesos de capacitación política, desarrollo comunal y administración. maumazu208@gmail.com.
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