Conmemoramos hoy el 75° Aniversario de la trágica muerte del Dr. Carlos Collado y sus doce compañeros de desventura por manos de las tropas nazistas en Italia, el 10 de octubre de 1944. Durante la Segunda Guerra Mundial, el doctor Carlos Luis Collado Martínez, fiel a su formación moral, espiritual e hipocrática no dudo en incorporarse al movimiento de resistencia popular contra las tropas de ocupación nazi-fascista, que arrasaban Italia y Europa.
Carlos Luis Collado Martínez nació en San José, el 18 septiembre de 1919. Se transfirió en Italia en 1938 para estudiar medicina en la Universidad de Boloña. Se graduó con los máximos honores como médico cirujano el 31 de mayo de 1944, con una tesis sobre los tumores encefálicos que le valió el Premio Vittorio Emmanuele II, por la mejor tesis de graduación del año.
Ante los horrores perpetrados por fascistas y nazis comenzó a ayudar clandestinamente a los heridos en combate. El 27 de agosto de 1944, ante la necesidad de servicios médicos, no dudó en incorporarse al movimiento de Resistencia a través de la 63 Brigada Garibaldi – Bolero.
El 8 de octubre, los refugios de los partisanos en la montaña fueron atacados por la 16° Panzergrenadierdivision de la SS, al mando del capitán Manfred Schmidt, durante el conflicto cayeron doce partisanos. Carlos y otros once compañeros fueron hechos prisioneros y conducidos posteriormente a Casalecchio di Reno, donde fueron torturados bárbaramente, atados a los árboles que circundan la plaza con alambre de púas, recibieron impactos de bala en las piernas, con el fin de que muriesen estrangulados lentamente por el peso de sus propios cuerpos. Finalmente, el golpe de gracia que acabó con los sueños y esperanzas de esos jóvenes patriotas.
Carlos iba encaminado hacia un brillante porvenir profesional, pero decidió dedicar su vida a los demás, fiel a su código hipocrático. Toda su inteligencia, todo su entusiasmo, el escrúpulo aprendido de sus maestros, sus libros e instrumentos de medicina los puso al servicio de los más débiles, una causa noble para abrazar la fe inclaudicable en la libertad.
Los mártires de la Matanza del Cavalcavia fueron: los italianos, Giacomo Dall’Oca, Mauro Emeri, Ubaldo Musolesi, Alberto Raimondi, Gino Zacchini; los partisanos soviéticos, Andrevic Marussa Filip, Misca o Miscia, Vassiliev; y otros cuatro ignotos, además del costarricense Carlos Collado Martínez. En el árbol donde estuvo amarrado Alberto Raimondi los alemanes colocaron una escrita que recitaba: “Esta será la suerte de cada partisano o espía anti-alemana”.
Su cuerpo viene sepelito en una fosa común, recuperado por su profesor y amigo Dr. Armando Businco y colocado temporalmente en la tumba de su familia; posteriormente sus restos fueron trasladados a Costa Rica, donde reposa en el Cementerio General de San José.
No fue sino hasta el 16 de abril del 2017 por iniciativa del diputado Javier Cambronero, que la Asamblea Legislativa le confirió finalmente el Benemeritazgo de la Patria.
Todos los 10 de octubre, la Alcaldía de Casalecchio di Reno, ANPI (Asociación Nacional de Partisanos de Italia), instituciones civiles, militares y religiosas, junto a la familia Collado y representantes de la Asociación de Amistad Costa Rica-Italia conmemoran los mártires en una ceremonia pública presenciada sobre todo por estudiantes.
El día de hoy fue develado un busto del Dr. Collado en la bóveda donde reposan sus restos en el Cementerio General ante la presencia de sus hermanos, Oscar y Hernán, el escultor Olger Villegas y un nutrido grupo de familiares y amigos.
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