San José, 28 nov (elmundo.cr) – Josefinos del distrito de Merced, en San José, alzan la voz ante la Dirección de Bomberos, el Consejo de Transporte Público y el Ministerio de Salud, para que se cierre la terminal de buses Pulmitan de Liberia, ante problemas de infraestructura, suciedad, ruido, malos olores y peligro tanto para usuarios como pobladores y afectación a la comunidad.
Mediante una denuncia pública, la Asociación Pro Fortalecimiento Humano del Distrito Merced, presentaron denuncia formal contra la operación de la terminal de buses que brinda el servicio a Liberia y que alberga al menos a 8 rutas más ligadas al emporio autobusero Caribeños, en manos del empresario Jorge Solano y su familia.
La denuncia apunta graves fallas en materia de seguridad, tanto dentro como fuera del inmueble, ubicado en Calle 24, avenidas 3 y 5 en una zona donde el peligro se siente en el aire tanto para los usuarios como para los vecinos, quienes señalan que la afectación en su calidad de vida es evidente.
Los vecinos se quejan de que la Terminal “no cumple con los requisitos mínimos para su funcionamiento técnico, únicamente dispone de un acceso para la entrada y salida de los autobuses, adolece de señalamiento debidamente establecido”.
Apunta la denuncia que la falta de demarcación pone en peligro a usuarios y peatones, pues “no cuenta con señales reflectivas y tampoco posee dispositivos sonoros para alertar a los usuarios”.
“Desde el punto de vista de capacidad, la terminal está colapsada y no se tiene certeza sobre si la misma cuenta con la debida autorización del Consejo de Transporte Público, y menos la Municipalidad de San José”, señala el documento.
Esto por cuanto la terminal, inicialmente pensada para darle servicio a los vecinos de Liberia y playas del Coco, ahora alberga una serie de rutas que tiene en su control Jorge Solano y su familia.
Entre esas rutas se cuentan las que dan servicio a Las Juntas de Abangares, Cañas, Tilarán, Bagaces, Aguas Claras y Upala “cuyas titulares son la empresa Autotransportes Colorado de Abangares S.A. Transnorte de Upala Transportes Cañas”, cita la denuncia, por lo que es evidente que las cosas han cambiado, y no necesariamente para bien de los usuarios y la comunidad.
Tal cantidad de rutas hacen de la terminal un hervidero de personas sin condiciones para poderse movilizar con seguridad, y así lo señala la denuncia de la que este medio tiene copia:
“Internamente es un caos. Malos olores, baterías de baños insuficientes (por las que además cobran) ventas de comida, hacinamiento, ausencia de salidas de emergencia, cero previsiones en caso de conflagración o siniestro, no hay zonas de emergencia ante un sismo o terremoto, todo lo cual se convierte en una verdadera trampa mortal ante un evento fortuito como los señalados. La intervención de Bomberos es imperativa”, dice el texto.
Además, se cuestiona en la denuncia si todas las empresas que operan en la terminal cuentan o no con los permisos respectivos, especialmente con el tema de patentes e impuestos, que sí le cobran a cualquier vecino de Merced por poner cualquier tipo de negocio.
“Pareciera que ese grupo de empresas está acostumbrada a hacer las cosas a su antojo, sin tomar en cuenta los procedimientos establecidos de acuerdo con los requisitos” de ley.
Por ello, los vecinos solicitan la intervención de las autoridades correspondientes, tanto gubernamentales como municipales ante la posible violación de las normas vigentes.
La denuncia fue interpuesta ante la Dirección de Ingeniería de Tránsito, la Dirección de Bomberos, el Ministerio de Salud, el Colegio de Ingenieros y Arquitectos y la Municipalidad de San José.