Redacción, 29 mar (elmundo.cr)- El ministro de Turismo de Brasil, Henrique Eduardo Alves, presentó su renuncia, en una decisión que aumenta la presión sobre el asediado gobierno de Dilma Rousseff.
Los legisladores de oposición quieren destituir a Rousseff acusándola de manipular el presupuesto para ocultar el creciente déficit económico.
Los aliados de la presidenta en la coalición gobernante, el Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), votarán este martes sobre la permanencia en el gobierno, indicaron legisladores.
Alves se convirtió en el primer miembro del PMDB en retirarse del gobierno. En una carta remitida a la presidenta Rousseff alega que el diálogo entre ella y el PMDB “se agotó”. Y añade: “Estoy convencido de que, siendo usted alguien que aprecia sobre todo la coherencia ideológica y la lealtad a su propio partido, entenderá su decisión”.
El partido presiona para que sus siete ministros renuncien . Si esto ocurre, solo el vicepresidente del Gobierno, Michel Temer, quedará en su puesto. Por tanto, si Rousseff es destituida por el juicio del Parlamento, Temer asumirá automáticamente la presidencia, lo que cada día se vuelve más probable. Tratará de conducir su Gobierno, ayudado por la actual oposición a Rousseff, hasta las elecciones de 2018.
Rousseff se citó ayer con estos siete ministros. Según uno de estos ministros contó a O Estadão, la presidenta se mostró “abatida y resignada”. Todos se comprometieron a dejar sus cargos no antes del día 12 de abril para atender las causas urgentes hasta entonces.
La presidenta de Brasil comenzó su segundo mandato hace 14 meses pero su popularidad se ha desplomado en medio de acusaciones de corrupción a altos miembros de su Partido de los Trabajadores, por lo que su mandato pende ahora de un hilo.