Gobierno venezolano agita el fantasma de intervención de EEUU

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Por Néstor Rojas Mavares (dpa)

Caracas, 11 feb (dpa) – Tras las sanciones de Estados Unidos a funcionarios venezolanos, el gobierno bolivariano y el oficialismo apelaron a la historia, con advertencias de una eventual intervención militar estadounidense.

Mientras el presidente Nicolás Maduro llamó al país a unos ejercicios militares “defensivos” para el sábado, el oficialismo en la Asamblea Nacional (Congreso) aprobó en la madrugada de hoy una resolución en la que advirtió que las acciones injerencistas del gobierno de Washington podrían crear un escenario similar a la invasión de Panamá en 1989.

Reales o no esas amenazas, Maduro solicitó poderes especiales para legislar por decreto durante seis meses a fin de hacer frente a la agresión, en tanto que advirtió que Estados Unidos tiene listo un proyecto para aplicar un bloqueo financiero y comercial a Venezuela.

Las relaciones entre Washington y Caracas llegaron a un punto de crispación que no fue alcanzado durante los 13 años que se mantuvo el mandatario Hugo Chávez en el poder, aún cuando su discurso antiimperialista tenía matices más estridentes.

Hasta hace más de una década, Venezuela era considerado un proveedor confiable de petróleo a Estados Unidos. Enviaba a ese mercado 1,7 millones de barriles diarios, una cifra que ha caído a la mitad, justo cuando el gobierno enfrenta severas dificultades por la baja en los ingresos de petrodólares.

Las sanciones a siete funcionarios venezolanos -acusados por Washington de violación de los derechos humanos y corrupción- prevén la suspensión de visas y congelación de cuentas, pero el gobierno estadounidense dejó claro que no afectará las operaciones comerciales del petrolero entre los dos países.

Maduro calificó de “estúpidas” las sanciones y en respuesta nombró a uno de los acusados, el general Gustavo González, para el cargo de ministro del Interior.

Anoche, durante su solicitud de poderes especiales a la Asamblea, el gobernante dejó caer un petardo ruidoso: Estados Unidos se está “preparando para invadirnos”.

Basó su aviso de alerta en que la ley de sanciones declara a Venezuela una amenaza “inusual” para la seguridad y la política exterior de Estados Unidos.

Distinto a otras intervenciones, el gobernante bajó el tono en sus ataques a la oposición y en su lugar llamó a todo el país a unirse ante “este difícil escenario” que se presenta.

Echando más leña al fuego, el acuerdo “antiimperialista” suscrito por la mayoría oficialista en el Asamblea pidió la derogación de las medidas sancionadoras de Estados Unidos contra funcionarios venezolanos.

El proponente, el diputado Darío Vivas, alertó que esas acciones unilaterales son un “preámbulo” a una agresión militar contra el país.

El acuerdo señala que Estados Unidos pretende “apropiarse de las riquezas naturales y destruir los logros alcanzados por el pueblo venezolano en estos 16 años de revolución bolivariana”.

La mayoría oficialista aprobó en fast track esta madrugada los poderes especiales (ley Habilitante) y se fijó para el domingo la sesión para pasarla en segunda discusión. Sus 99 diputados, de un total de 165, garantizan la aprobación.

El ex embajador en las Naciones Unidas, Milos Alcalay, señaló que ya es habitual en la política exterior venezolana una “diplomacia de micrófonos”, con la que quiere protagonizar una confrontación con Estados Unidos, en la que un tema bilateral trata de convertirlo en una “cruzada fundamentalista contra el imperio”.

“El escándalo no es solo en el plano diplomático ya que Maduro propicia que la Asamblea Nacional se sume a la defensa de verdugos y corruptos alegando que se trata de un atentado contra Venezuela, queriendo imponerle a otros cuál deba ser su agenda”, dijo a la dpa.

Hay quienes ven en la retórica oficial un argumento para exaltar el nacionalismo, en un momentos en que el gobierno enfrenta problemas de popularidad por el desabastecimiento en los mercados y cuando los partidos se prepararan para las elecciones legislativas de este año.

Dirigentes opositores alertaron que Maduro podría utilizar los poderes especiales para una nueva arremetida contra la disidencia, que comenzó este año con la detención del alcalde metropolitano de Caracas, Antonio Ledezma, acusado de conspiración.

El líder de la oposición, Henrique Capriles, dijo que los poderes especiales son una “excusa más” del gobierno.

“Es un irrespeto al pueblo que sufre. Es otra excusa más para no enfrentar la crisis que golpea a nuestro pueblo. Más poder para el poder, es lo único que quieren”, señaló. “¿Esta Habilitante va a resolver los problemas? ¿Va a sembrar las hectáreas improductivas? ¿Acabará con la escasez? ¿Alimentará a la gente?”, preguntó.

Por su lado, la alianza opositora Mesa de Unidad Democrática (MUD) emitió un comunicado sobre el tema y recalcó que Venezuela “no es una amenaza para ningún país”.

“Son las políticas del actual gobierno las que amenazan y coartan el derecho de nuestros ciudadanos a vivir y progresar en paz”, dijo y agregó que “esconderse detrás de la bandera para proteger una cuenta bancaria con fondos de la corrupción es inmoral”.

En apenas tres semanas, Maduro impuso el requisito de visas a los estadounidenses, prohibió la visita al país del ex presidente George W. Bush y varios legisladores y replicó las sanciones del mandatario Barack Obama pidiendo aplausos para los funcionarios sancionados.

Especialistas estiman que lo procedente en este punto sería una ruptura de relaciones. Desde 2010 los vínculos bilaterales están a nivel de encargados de negocios.

Mientras, siguen saliendo los buques petroleros venezolanos al norte, menos, pero continúan.

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