Fútbol Nacional

Presidente de la Fedefútbol lanza filazo a la Asamblea Legislativa

En medio de la crisis que atraviesa el fútbol femenino costarricense, el presidente de la Fedefútbol, Osael Maroto, soltó una frase que dejó a más de uno pensando, durante una entrevista en Teletica Radio:

“Me llamó alguien de la Asamblea Legislativa muy preocupado porque un club con poder económico se salió del fútbol femenino… pero esa misma persona me pidió entradas para la final de Alajuelense – Real Estelí, y no recibí la misma llamada para la final femenina Sporting – Alajuelense”.

Aunque Maroto no aclaró si se trataba de un diputado o diputada, su comentario revela una contradicción incómoda: hay interés en el palco, pero no en legislar a favor del deporte.

Asisten a los partidos, pero no aprueban el patrocinio de licores

Mientras clubes femeninos desaparecen por falta de recursos y se intenta rediseñar un torneo en crisis, en la Asamblea Legislativa no hay voluntad política para aprobar un proyecto clave: la autorización del patrocinio de bebidas alcohólicas en el deporte, una medida que permitiría inyectar recursos frescos a una industria que pide auxilio.

La pregunta es inevitable: ¿se trata de apoyo simbólico o de un verdadero compromiso con el desarrollo del fútbol?

Una industria que no se sostiene con discursos

El fútbol costarricense —masculino y femenino— enfrenta serios problemas de sostenibilidad. Hay clubes ahogados financieramente, transmisiones con baja audiencia, y una liga femenina que hoy ni siquiera tiene claro cuántos equipos la integrarán.

Y mientras desde el Congreso sobran las menciones honoríficas, los reconocimientos y las fotos en los estadios, a la hora de actuar con firmeza para respaldar al deporte… reina el silencio.

¿Qué pesa más: el discurso o la acción?

La frase de Maroto expone una pregunta que incomoda:
¿Cuántos de los que celebran los goles en la gradería están dispuestos a levantar la mano en el plenario para apoyar leyes que impulsen el fútbol?

Se piden entradas para los partidos más vistosos, pero no se abren las puertas a medidas que garanticen ingresos sostenibles para los clubes. La crisis del fútbol femenino es apenas el síntoma más visible de una estructura debilitada, que ya no se sostiene con discursos ni aplausos, sino que necesita decisiones valientes, recursos reales y un marco legislativo que lo respalde.

Últimas noticias

Te puede interesar...

Últimas noticias