La Fuerza Pública de Costa Rica ha solicitado a la Federación Costarricense de Fútbol (Fedefútbol) que reconsidere la programación de los partidos de ida de las semifinales del Apertura 2024, previstos para el sábado 7 de diciembre. La petición surge debido a la coincidencia con diversas actividades festivas de relevancia nacional, lo que podría generar una sobrecarga en los recursos destinados a garantizar la seguridad pública.
Eventos en conflicto y preocupaciones de seguridad
Según las autoridades, la magnitud de las actividades programadas para ese día podría dificultar la disponibilidad de efectivos para cubrir tanto los encuentros deportivos como otros eventos de alta concurrencia. “La seguridad de los asistentes a todos los eventos, así como la de los ciudadanos en general, debe ser prioritaria”, afirmó un portavoz de la Fuerza Pública.
La jornada de semifinales tiene confirmados dos encuentros:
- San Carlos vs Saprissa a las 6:00 p. m. en el Estadio Carlos Ugalde.
- Herediano vs Alajuelense a las 9:00 p. m. en el Estadio Carlos Alvarado.
Ambos partidos prometen un alto interés por parte de los aficionados, lo que implica un despliegue significativo de seguridad en cada sede.
Fedefútbol en una encrucijada
Aunque Fedefútbol aún no ha emitido una respuesta oficial, la solicitud plantea un dilema entre la logística deportiva y la necesidad de priorizar la seguridad pública. Cambiar las fechas podría ser complejo debido a la proximidad de los juegos de vuelta programados para el 10 y 11 de diciembre.
Los partidos de vuelta están confirmados de la siguiente manera:
- Saprissa vs San Carlos: martes 10 de diciembre a las 8:00 p. m. en el Estadio Ricardo Saprissa.
- Alajuelense vs Herediano: miércoles 11 de diciembre a las 8:00 p. m. en el Estadio Alejandro Morera Soto.
¿Qué está en juego?
La Fuerza Pública destacó que su recomendación busca evitar situaciones que puedan comprometer el orden público y garantizar la seguridad de los eventos. Por su parte, los clubes y sus aficionados esperan una pronta decisión que equilibre la emoción del fútbol con la tranquilidad de los ciudadanos.
El desenlace de esta situación será crucial no solo para el desarrollo del torneo, sino también para demostrar la capacidad de coordinación entre las instituciones deportivas y de seguridad del país.