Jerusalén, 10 ago (dpa) – Una colección de manuscritos del escritor Franz Kafka (1883-1924) serán definitivamente transferidos a la Biblioteca Nacional de Israel, según lo resolvió la Corte Suprema en última instancia en Jerusalén, poniendo fin a años de una extensa batalla legal, reportó este lunes el diario “Haaretz”.
La israelí Eva Hoffe fracasó de esta manera en su tercer intento de demostrar que ella y sus sobrinas son las herederas legítimas del costoso legado del escritor Max Brod.
Kafka, antes de morir en 1924, le pidió a su amigo Brod que quemara sus escritos inéditos, pero éste no le hizo caso y los publicó, lo que le valió fama mundial al escritor nacido en Praga y muerto a los 40 años de tuberculosis.
Al huir de Praga debido al avance del nacionalsocialismo alemán, Brod se llevó en 1939 en una maleta las obras de Kafka. Al morir Brod en 1968, el legado pasó a estar en manos de su antigua secretaria Esther Hoffe, quien vendió parte de los textos, entre otros, el manuscrito de “El proceso”, por unos dos millones de dólares.
Hoffe decidió conservar otra parte de los documentos en cajas fuertes de Israel y Suiza. Al morir dejó como heredera a sus hijas. Una de ellas ha muerto en el interín.
El tribunal privilegió también en última instancia el argumento de que Brod dispuso en su testamento que su legado literario fuera a una biblioteca judía. Brod no quería que “su legado fuera vendido al mejor postor”, se indicó en la sentencia.
La Biblioteca Nacional en Jerusalén saludó la decisión judicial. “Este es un día de alegría para todos los amantes de la cultura, en Israel y en todo el mundo”, dijo el presidente de su junta directiva David Blumberg y anunció que el público podrá tener acceso al legado de Brod.
Entre otros hay numerosas cartas escritas a mano de Kafka a Brod, así como manuscritos de sus obras como “Un médico rural” o “Preparativos de boda en el campo”.
Entre el material de Kafka que recibirá la biblioteca se encuentran también sus diarios de París y dibujos, así como varias de las cartas de Brod a su amigo. Se espera encontrar muchos otros “tesoros” entre los documentos que componen el legado.
