Sofía Guillén: Sentimos un enorme respeto por el legado del Partido Comunista

San José, 17 jun (elmundo.cr) – La diputada del Frente Amplio, Sofía Guillén, recordó la conmemoración de los 94 años desde la creación del Partido Comunista en Costa Rica en 1931.

Guillén aclaró que “el Frente Amplio no es el Partido Comunista, ni pretende serlo, ni nuestra militancia lo es. Pero sí sentimos un enorme respeto por el legado que aquellos hombres y mujeres de antaño dejaron, de Manuel Mora, de Carlos Luis Fallas, de Luisa González y de María Isabel Carvajal, solo podemos sentir orgullo al recordarles”.

“¿Qué fue lo que hicieron estos señores y señoras? Pues crearon nada más y nada menos que las bases de los derechos laborales en Costa Rica. Ya desde su creación, en sus orígenes en 1931, el Partido Comunista en aquel momento se planteó metas inmediatas y concretas mediante un programa mínimo que incluía lo siguiente, lograr un seguro social a cargo del Estado, abolir el trabajo infantil en menores de 15 años, conseguir la jornada de trabajo de ocho horas, legalizar el derecho a la huelga, impulsar la emancipación de la mujer y establecer una ley del salario mínimo”, manifestó.

La frenteamplista insistió en que “no se dedicaban a comer chiquitos, estaban generando las bases de los derechos laborales en nuestro país. Los que luego se preservarían casi una década después en un Código de Trabajo, el Código de Trabajo que hoy tenemos. Además, no se conformaron con dejarlo escrito en un papel o un documento de partido. No, no. Estos señores y señoras de antaño se esforzaron por acompañar y organizar la lucha obrera en las calles, como la gran huelga bananera del 34, y se dedicaron también a proponer reformas de ley puntuales para resolver problemas”.

“Posterior a la Guerra Civil de 1948, el Partido Comunista fue prohibido en Costa Rica, lo que condujo a muchos de sus miembros al exilio o a la cárcel. Pero vean ustedes qué particular es la izquierda costarricense. Es una izquierda que aun cuando la prohibieron se negó a revivir las armas”, aseguró.

Guillén recordó que “antes de la Guerra Civil estuvo dispuesta a ceder su nombre con tal de lograr los derechos laborales que hoy tenemos en Costa Rica. Los que le siguen estorbando a clases egoístas que odian el Código de Trabajo lo incumplen y lo quisieran despedazar”.

“¿Conocen ustedes cuál es el acuerdo que consiguió hacer ley nuestro Código de Trabajo? Nadie no lo recuerda mucho en la escuela ni en el colegio, pero hay que recordarlo. Nació de un gran pacto en 1943 entre el Partido Comunista, la Iglesia Católica y el calderonismo. El pacto era que el Partido Comunista renunciaría a su nombre y a su bandera a cambio de lograr que se aprobara el Código de Trabajo”, indicó.

Guillén comentó que “el 13 de junio de 1943 el Partido Comunista renuncia a su bandera y a su nombre. Tres días después, monseñor Sanabria, en representación de la Iglesia Católica, da su bendición al acuerdo. Dos meses después el Código de Trabajo se hace ley de la República. Así es como nació nuestro Código de Trabajo, compañeros y compañeras, y por supuesto a partir de una alianza inédita e improbable en Latinoamérica, pero también de una lucha en las calles de casi una década de la clase obrera”.

“La izquierda, de cuyo legado nos sentimos orgullosos y orgullosas en el Frente Amplio, es una izquierda que sobrepuso a la bandera política, al ego y a los sectarismos el bienestar de la gente. Y de esta historia aprendemos dos cosas. Uno, que conquistar y preservar derechos es muy difícil y cuesta mucho. Dos, que aquellos intereses egoístas que odiaron el Código de Trabajo aún existen, aún lo quieren echar para abajo, aún tienen representantes en este Plenario queriendo echar para atrás la jornada de ocho horas. Pero aún sigue aquí la izquierda democrática costarricense para dar la pelea”, concluyó.

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